Efesios 1

La Iglesia en el Propósito de Dios

Ps. Christian Nartatez

Hoy vamos a iniciar el estudio de la carta a los efesios, la cual se desarrollará en varios temas. El tema de hoy esta titulado: LA IGLESIA EN EL PROPÓSITO DE DIOS, y está basado en el capítulo 1, versículos del 1-9

Es importante saber que la carta a los Efesios fue escrita por el Apóstol Pablo de Tarso estando en prisión en Roma. Esta es una carta que busca exponer su comprensión personal del evangelio. Éfeso era la capital de la provincia romana de Asia, es decir Turquía Moderna. En aquellos tiempos, las embarcaciones llegaban a esa gran ciudad, consideradas una de las más grandes, su puerto interior y su posición en medio de las principales rutas comerciales la hicieron un centro de comercio e industria muy importante, por lo que era un centro comercial.  Ahora, ¿Cómo eran los Efesios? Pues,  Los efesios eran religiosos, Hechos 19:28  dice que “Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: ¡Grande es Diana de los efesios!”,  luego, en Hechos 19:34 dice  “Pero cuando le conocieron que era judío, todos a una voz gritaron casi por dos horas: ¡Grande es Diana de los efesios!”.

El orgullo de ellos era su gran templo de Diana (gr. Artemisa), por lo que en esta ciudad la adoración a Diana y la fe cristiana chocaron duramente. Los efesios eran intelectuales y estudiosos, Apocalipsis 2:2 dice “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;”. Pero también eran disciplinados,  Apocalipsis  2:3 lo demuestra diciendo “has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.”. A su vez, Eran fríos y rígidos,  porque Apocalipsis 2:4 nos dice: “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.” Puede ser que la caza de herejes hubiera matado el amor, y la ortodoxia se había mantenido a costa de la fraternidad.

Los comienzos de la iglesia en Éfeso, son desconocidos, después del ministerio de Pablo, otras personas ayudaron en el desarrollo de la iglesia en Éfeso. Pablo estaba preocupado por la influencia de la adoración de ídolos y superstición en la ciudad, donde la mayoría de los creyentes eran gentiles. Por eso Pablo se motivó a escribir esta carta, para enseñar a los lectores que la posición y ministerio de cada uno de ellos como miembros del cuerpo de Cristo, la iglesia, es el resultado de la gracia de Dios en Cristo, quien es la cabeza del cuerpo. En esta carta vamos a encontrar los saludos de Pablo, la conducta apropiada de la iglesia y los saludos finales.

Una vez dicho esto pasemos a desarrollar el tema tomando en cuenta siete términos elementales, comencemos por el primero: 

Desarrollo:

​

1) Bendijo: Efe 1:3  “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,”. aquí, eulogeo (εὐλογέω, G2127), lit: hablar bien de (dónde eu, significa bien; y logos, palabra; de allí el término castellano «elogiar»). Entonces, significa: (a) alabar, celebrar con alabanzas; de aquello que se dirige a Dios, reconociendo su bondad, con deseo de darle gloria a él. En Cristo,  se contrasta contra la bendición de la Ley y de Moisés. La ley tenía sus bendiciones: (Rom 10:5  dice “Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas”). Solo en Cristo se alcanza la bendición en el más alto sentido de perfección. 

Ahora pasemos al segundo término y es: escogió.

​

2) Escogió: Efe 1:4  dice “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,” eklego (ἐκλέγω, G1586),  en griego, entresacar, seleccionar, y significa, en la voz media, elegir para sí, no implicando ello necesariamente el rechazo de lo que no ha sido elegido, sino elegir con las ideas subordinadas de bondad, favor o amor. Entonces, la única razón por la cual hoy tenemos relación con el Señor, es porque el mismo lo decidió, escogiéndonos antes de la fundación del mundo.

Recordemos el Ordo Salutis:

1. Regeneración

2. Fe

3. Arrepentimiento

4. Justificación

5. Santificación y 

6. Glorificación 

​

Lo cual no puede ocurrir sin que antes venga: la elección, la predestinación y el llamamiento. De esta manera pasamos al tercer término y es:

​

3) Predestinó: el cual lo conseguimos en Efe 1:5  que somos predestinados en amor. Proorizo (προορίζω, G4309), (pro, por anticipado; orizo, determinar; cf.), esto indica determinar por anticipado, ordenar por adelantado, «habían antes determinado». Antes de nacer, todos estábamos en el pensamiento del Señor, nacimos para un propósito en Dios. No naciste para después, nacimos ya escogidos para ser parte del plan eterno del creador. No por accidente, no por casualidad y no por coincidencia, sino por el propósito de Dios según su divina voluntad. El aoristo griego determina una acción concluida sin hacer referencia al pasado ni al presente. Esto significa que tu estado presente y pasado no toca el propósito de Dios en la Predestinación. Puedes estar derribado, angustiado, atribulado y todo lo que te puedas imaginar, y de hecho pensar y creer que no vas a ningún lado, sin embargo, has sido predestinado, Dios ha puesto un destino en tu vida y una trayectoria. La frase en “Amor” denota el énfasis en el motivo de la predestinación. 

J. Calvino dice: 3 causas son mencionadas acá:

a) Causa Eficiente: La Bondad de la Voluntad de Dios

b) Causa Material: La persona de Cristo

d) Causa Final: La Alabanza de la Gloria de su Gracia.

Ahora el cuarto término es:

4) Adopción encontrado en Efe 1:5 “para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,” aquí juiothesia (υἱοθεσία, G5206), (de juios, hijo, y thesis, colocación); relacionado con tithemi, colocar. Significa el lugar y la condición de un hijo dado a alguien a quien no le pertenece de forma natural.

En el mundo antiguo, donde estaba en uso la ley romana, esto resultaría todavía más claro que entre nosotros. Porque allí la familia se basaba en lo que se llamaba la patria potestad, que es la autoridad del padre. Un padre tenía poder absoluto sobre sus hijos durante toda su vida. Podía vender a un hijo suyo corno esclavo, y hasta matarle. Dion Casio nos dice que " la ley de los Romanos le confiere al padre una autoridad absoluta sobre sus hijos, y sobre la totalidad de la vida de sus hijos. Le confiere autoridad, si así lo desea, de meterle preso, azotarle, hacerle trabajar en sus propiedades como esclavo encadenado y hasta matarle. Se daba el caso de que un padre condenara a su hijo a muerte. La adopción era una decisión muy seria. Era, sin embargo, bastante frecuente, porque se adoptaban hijos muchas veces para asegurarse de que no se extinguiera la familia. Cuando la adopción se había realizado, era totalmente vinculante.

La persona que había sido adoptada tenía todos los derechos de un hijo legítimo en la nueva familia, y perdía todos los derechos que le correspondieran por su familia anterior. A los ojos de la ley era una nueva persona; hasta tal punto que hasta todas las deudas y obligaciones que le pudieran corresponder por su familia anterior quedaban abolidas como si no hubieran existido nunca. Eso es lo que Pablo dice que Dios ha hecho por nosotros. Estábamos totalmente en el poder del pecado y del mundo, pero Dios, por medio de Jesús, nos ha liberado de ese poder, y Su adopción borra el pasado y nos hace nuevas criaturas. Notas tomadas de W. Barclay.

5) Aceptación: Efe 1:6  “para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,” aquí, caritoo (χαριτόω, G5487), otorgar caris. Significaba primeramente hacer gentil, y vino a denotar, en el griego helenístico, hacer encontrar favor (Luc 1:28 hace referencia cuando dice: «muy favorecida», RV, RVR); en Efe 1:6, se traduce «nos hizo aceptos en el Amado» (Besson: «nos favoreció»). En nosotros mismos no somos aceptables a Dios, pero en Cristo «nos hizo aceptos». En la epístola a Filemón hay una hermosa ilustración de esta verdad, Pablo escribió: «Recibe a tu esclavo Onésimo como me recibirías a mí» (Flm 1:17). Aun cuando hemos pecado Cristo le dice al Padre: «Recibe a este santo como me recibirías a mí». Notas tomadas de W. Wiersbe.

Ahora, La Palabra “Aceptos” solo se usa dos veces en el nuevo testamento: la primera vez es en 1 Cor 8 y en el griego la palabra es Paristemi que significa “Comparecer”. Y la otra es en Efesios y en el griego la palabra es Carito que significa “Otorgar Caris” Dar favor.

Entonces, somos Aceptos en el Amado: En relación con la persona de Cristo, en relación con la propiciación de nuestros pecados en la obra de la cruz, y no como muchos tienen la idea de que su aceptación proviene de cuanto  a lo que hacen o dejen de hacer, o si oran más, o si hacen buenas obras y de sus méritos, cuando la realidad es que todas las bendiciones provienen de la seguridad del amor y voluntad eterna de Dios desde antes de la fundación del mundo.

Pasemos a un término muy importante, y es la redención. 

6) Redención: en Efe 1:7  dice “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,” aquí apolutrosis (ἀπολύτρωσις, G629), forma intensificada del, liberación, a cambio de (esto es, contra el pago de) un rescate. Se utiliza de dos formas: (a) de liberación de un tormento físico (como en Heb11:35 : «rescate», (b) de la liberación del pueblo de Dios en la venida de Cristo con sus santos glorificados, como cuando dice «en una nube con poder y gran gloria»

Y ¿de qué nos rescató? Pues nos recató de: La Ira Venidera. Como dice en  1Ts 1:9  “porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera. “Del Presente Siglo Malo, Gál 1:4  dice “el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,”. También, nos recató de la Potestad de las Tinieblas, como dice Col 1:13  “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.” A su vez nos recató de la Iniquidad, sustentado en Tit 2:14 cuando dice “quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.” Por último, de la Vana Manera de Vivir, en 1Pe 1:18 dice “sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,”. Aquí, las cosas corruptibles como oro y plata pueden hacer una indicación a los rituales e instrumentos empleados en el templo durante la era veterotestamentaria, y la referencia al cordero sin mancha y sin contaminación puede hacer referencia a los sacrificios animales ordenados en levítico.

Notas tomadas de W. Barclay.

 Y el último término:

7) Revelación: encontrado en Efe 1:9 cuando dice “dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,”. El secreto escondido totalmente para los gentiles, sin embargo, destellando a través de Israel por medio de las profecías, tipos y sombras de Cristo, es ahora dado a conocer plenamente a todos aquellos ordenados para vida eterna, sin embargo sigue siendo un misterio para los no creyentes, para aquellos que no han sido llamados eficazmente por el Poder de Dios. Para aquellos que no han nacido de nuevo es un completo misterio, y para los israelitas que aún no ven la majestad de Cristo todavía sigue siendo un destello, una imagen borrosa o una sombra de algo supuestamente superior por venir. Por lo que el Evangelio es un secreto que ha sido manifestado en público, aunque dejando de ser un secreto todavía su mensaje sigue escondido, retenido en sí mismo, algo que sobrepasa toda la razón. Te preguntarás,  ¿Cuál era para Pablo el misterio de la voluntad de Dios? Y era que el Evangelio era también para los gentiles. Dios ha revelado en Jesús que su amor y cuidado, su gracia y su misericordia, no eran solamente para los judíos, sino para todo el mundo. En este punto Pablo presenta en una sola frase todo su gran pensamiento, hasta este momento, los hombres han estado viviendo en un mundo dividido, división entre las naciones, división entre las familias, división en las sociedades, división entre judíos y gentiles y división entre griegos y bárbaros. Y realmente, en todo el mundo hay tensión y lucha pero Jesús en su obra redentora, borró las divisiones para hacer un nuevo hombre.

Ese era para el apóstol el secreto de Dios. Era y ha sido el propósito que todos los elementos que están en guerra en este mundo sean unidos en Cristo Jesús. Por lo que debemos saber que Un «misterio» es una verdad divina que sólo conoce el pueblo de Dios mediante revelación.

Y ¿Por qué es un misterio? porque: lo proclamamos y predicamos sin embargo no podemos entender ni explicar cómo opera perfectamente, también, porque el hombre lo habla al oído sin embargo el Espíritu lo aplica al corazón, a lo interno del hombre. Asimismo, porque este está parcialmente revelado y el número de personas a quienes se ha dado conocer es limitado también. Y por último, porque sigue siendo un enigma para todos aquellos que se dicen llamar cristianos más sin embargo no han nacido del Espíritu. 

​

Aplicaciones.

​

a) Podemos ver que cuando Pablo nos dice que Nos bendijo con toda bendición espiritual: Implica una cancelación de todas las maldiciones a las cuales estábamos expuestos en una vida ajena al Señor y a su llamado. La intención es entender que sin importar la situación en la cual nos encontremos, hemos sido bendecidos por Dios. Debemos reconocer y vivir una vida de agradecimiento a las bondades del Señor. Si no lo hacemos estaremos pecando contra Dios. Si vivimos una vida de una queja constante en vez de vivir una vida de agradecimiento no sólo pecaremos, sino que estaremos frustrados.

b) Efe 1:4  según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, La idea de exhortación es clara. ¿Nos hacemos llamar escogidos y vivimos igual que antes? ¿No damos testimonio de la Fe? ¿No se muestra que estamos ante un proceso de santificación? Hay personas que nunca en su vida llegan a entender esta verdad bíblica: Que han sido escogidos por Dios, sin embargo viven una vida de arrepentimiento y de crecimiento en la piedad. Es importante, que así como fuimos escogidos para la salvación y para muchas cosas más de bendición, también fuimos escogidos para dar testimonio de Cristo y vivir una vida piadosa.  

c) Efe 1:5  en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, Todo lo que hacemos es para la Gloria de Dios, por medio de Jesucristo. No es para nuestro propio provecho y egoísmo, sino para que Él sea glorificado. Nos gusta escuchar que somos predestinados, pero a veces nos quedamos ahí, y decimos que fuimos predestinados para salvación pero no decimos que fuimos predestinados para servir en la congregación, para amar al prójimo, o para ir al servicio de oración y orar por la iglesia y los hermanos.

Cuando en Efe 1:6 dice para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, pregúntate, ¿Aceptamos a nuestros hermanos y les recibimos a pesar de sus faltas contra nosotros?, ¿Aceptamos a nuestros hermanos a pesar de sus condiciones sociales, económicas y personales? ¿O somos capaces de rechazar y seleccionar según nuestros propios criterios? El hecho de ser aceptados en “El Amado” implica un acto demás de parte de Dios para que su Gracia nos arropara, cuando tienes a un hermano que por una u otra razón no te cae bien o no lo toleras, ¿Qué haces? ¿Lo rechazas? ¿No eres capaz de tú hacer un acto de gracia en su favor para recibirlo?  ¿oras por él?, ¿Cuánto estamos dispuesto a hacer para recibir, aceptar y abrazar a los que tanto nos cuesta recibir?

Efe 1:7  En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, es muy importante entender que la redención implica que fuimos comprados por precio de sangre, y hubo un costo, no fue para nada gratis. Pregúntate, ¿De la misma manera, eres siervo, esclavo, de aquél que nos compró? ¿Vives dando testimonio de que no te pertenece sino que le perteneces a Dios? Mientras no entendamos que fuimos comprados para ser de aquél que nos llamó, no estaremos dispuestos a renunciar a nuestros deseos egoístas y personales. 

Y por último, en Efe 1:9 vimos que cuando dice “dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,” Se nos ha revelado la salvación, el Evangelio, la mejor noticia del mundo, y aun así no lo pareciera. Muchas veces con nuestra actitud pasiva nos negamos a compartir el Evangelio de salvación con otros. No podemos continuar omitiendo la realidad de que no nos estamos esforzando en predicar el Evangelio a los inconversos.

Conclusión - Reflexión Teológica.

​

Cuando Marshall Soult regresó de su viaje a España, trajo consigo a París una copia de la Virgen y el Niño del famoso pintor Murillo. Cuando examinaron la pintura descubrieron que solo el centro de la pintura era original o genuino, y todo el borde como tal estaba pintado por otro artista no reconocido. Después de algunos años, el Lord Overstowe mientras viajaba a España fue atraído por una pintura de la Virgen y el Niño que tenía un centro inferior y de baja calidad, pero el borde de la pintura era especialmente genuino y original. Por esta razón únicamente compró la pintura. En una subasta de artículos de Marshall Soult, Lord Overstowe compró la pintura que hace algunos años este había traído de España y al poner los lienzos juntos y examinarlos, concluyó que eran ambas genuinas y originales, una en el centro y otra en los bordes. Encajando perfectamente no solo en forma sino en tonos de color.

Querido amigo, el Evangelio de Jesucristo es el verdadero centro de la existencia de nuestras vidas en este universo, solo cuando entendemos estas verdades divinas podemos comprender nuestro propósito en esta tierra, el cual es glorificar al Padre y gozar eternamente de la vida que nos ha entregado por medio del Sacrificio Perfecto de su Hijo Jesús. La humanidad sin el Evangelio está incompleta, aislada y ausente de propósito existencial en este mundo.