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  • Foto del escritorChristian Nartatez

Autonomía de la Iglesia, Monopastorado



La Autonomía de la Iglesia

En el siguiente apartado desarrollaremos una exposición sobre la autonomía de la iglesia, citando para ello parámetros bíblicos, adicionalmente compararemos notas y determinaremos una conclusión final al respecto. También hablaremos de los siguientes temas:

- El llamado pastoral

- La cobertura del Espíritu Santo y su Horizontalidad en la Iglesia

- Ordenación Pastoral

- Plantación y Trabajo Misionero

- Figuras Oficiales de Liderazgo en la Iglesia

- Síndrome de Diotrefes

- Monopastorado y Pluralidad Pastoral


¿Cuándo comienza la autonomía de una iglesia?

Es importante destacar que si bien no existe una norma definida para hablar de la manera en la cual se establecen las congregaciones, ciertamente podemos tener algunos vestigios que se cimentan en principios bíblicos como tal. Ahora bien, como se desarrolla la pregunta, podemos acotar que cada denominación y cada concilio lo maneja de forma diferente, pero lo que debemos comenzar a observar es que cada embrión de iglesia, o una plantación en desarrollo se constituye desde el mismo momento que existe un (1) maestro y (2) dos o más, o algunos discípulos:


Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Mateo 18:20


Con esto no queremos decir que ya este grupo se constituya en una iglesia formalmente organizada, debido a que los maestros que salen como “misioneros” a plantar o trabajar con personas que no han sido alcanzadas deben estar sujetos o haber sido comisionados por una iglesia en particular. Debe observarse así ya que en el Evangelio no vemos una separación entre creyentes en Cristo y la iglesia, ambos están unidos en Fe por el mismo Evangelio de Salvación, por lo tanto, debemos pensar en la vinculación no “jerárquica” o “piramidal” de un iglesia para enviar misioneros o evangelistas, sino más bien como la unión horizontal en dónde los enviados participan y rinden cuentas de forma voluntaria en su congregación materna o la congregación dónde ellos creyeron al Señor y en el crecimiento ministerial comenzaron a servir a Dios.


Por lo tanto, un maestro haciendo la labor de predicar y alcanzar a los perdidos en una comunidad, va a reflejar una sujeción voluntaria a una comunidad o iglesia que ha sido el bastión o soporte para este misionero. Ahora bien, eventualmente esta comunidad crecerá en número y en calidad de creyentes, números para los cuales no existe un patrón específico, pero dentro de las iglesias bautistas es de 15 personas convertidas al Evangelio y bautizadas, que luego de obtener estos requerimientos, ya la iglesia podría constituirse de forma autónoma, respetando para ello que la iglesia o asamblea, considere confirmar el llamado del maestro que ha estado con ellos durante todo ese tiempo como un pastor de la iglesia aunque no haya sido debidamente ordenado.


Vamos ahora a definir los términos para hablar correctamente de acuerdo a la Palabra:


Anciano: Maestro, pastor, obispo que lidera y está encargado de la obra, es un mayordomo, no es el dueño de la iglesia y se debe al Señor Jesucristo. El anciano es constituido como anciano por dos figuras: a) La Asamblea de la Iglesia dónde labora (es decir los miembros) y b) Otros pastores de otras iglesias que lo evalúan de forma doctrinal, personal y familiar.


Asamblea: Es el conjunto de hermanos bautizados que pertenecen a la comunidad y que se reúne para estudiar la Palabra. La asamblea se vincula por medio de una confesión de fe y se organiza como un ente que tiene derechos y deberes. Los candidatos a miembros son aceptados dentro de la iglesia por los mismos miembros, de acuerdo o sujeto a la confirmación y la objeción pudiendo presentar pruebas de que alguno que quisiera unirse a la membresía no tenga un testimonio acorde a la fe que profesa.


Habiendo definido esto, los hermanos se constituyen en asamblea teniendo un lugar geográfico donde congregarse, haciéndolo de forma regular y activa no solo durante un solo día a la semana sino incluso en otras oportunidades y profesando de forma clara y transparente una misma doctrina juntos. Cuando se tiene un conjunto de profesantes de la fe que se reúnen semanalmente y todos se sujetan de forma voluntaria unos a otros entonces se tiene una asamblea o membresía.


Los ancianos son la otra figura que se observa dentro de la iglesia y que son “servidores” de la asamblea, tienen una autoridad delegada pero no para hacer conforme quieran sino para guiar a los miembros a la Palabra del Señor, no solo en materia de conocimiento (doctrina) sino también en materia de práctica (disciplina). La sujeción y sumisión de los miembros de la iglesia es voluntaria y jamás está orientada a ser explotada de forma económica, emocional o de cualquier otra índole.


Los ancianos son confirmados y ordenados por:


a) La asamblea o miembros de la iglesia, quienes de forma voluntaria acceden a someterse bajo la dirección pastoral de dichos ancianos, sin ser coaccionados, sugestionados o manipulados. Los miembros por lo tanto levantan un acta en dónde dejan por sentado y constituido de forma directa, el mutuo acuerdo y aceptación de dicha persona como un anciano de la iglesia.

b) Otros pastores que funjan actualmente como “pastores” directos de otras congregaciones y que sirvan como filtros en dónde puedan evaluar la salud espiritual e integridad de dichos pastores o candidatos al llamado ministerial. Por esta virtud es que es tan necesario que los candidatos al ministerio pastoral sean observados en sus contextos familiares, con sus esposas y con sus familias, mostrando debidamente su condición e integridad sin nada que ocultar.


El Llamado Personal

El llamado personal se da en los corazones de los hombres quienes observando una necesidad se abogan y dedican con esfuerzo y amor a tratar de servir de forma desinteresada y deliberada para ayudar a los hermanos en los contextos en dónde existen verdaderos discípulos de Cristo. El llamado pastoral lejos de caracterizarse por un deseo o anhelo, se representa más como un aspecto de entendimiento y responsabilidad del mismo, al punto tal que muchos pastores con vocación y llamado genuino, jamás pensaron o soñaron en un ministerio pastoral, y ajeno a eso, le rehuyeron a este ministerio entendiendo el peso de dicha función. Pero tocamos este punto para dejar por sentado que no todo está ligado a las circunstancias que se deben manifestar para que se constituya una nueva obra, o se ordene un nuevo pastor en una congregación, sino que también el criterio del llamado personal debe ser correctamente evaluado tanto por la iglesia patrocinante (iglesia que envía misioneros) o por la membresía que está evaluando a un candidato para una posición pastoral dentro de la misma.


Dicho esto entonces entendemos que toda nueva congregación parte de la presencia de un maestro o misionero que está capacitado y autorizado por una iglesia madre para trabajar en la nueva obra, pero que esta obra una vez que alcanza un número determinado de miembros que pudieran ser desde 15 personas bautizadas y adheridas a un credo o confesión de fe común (como en el ámbito bautista ocurre), entonces ya se puede constituir como en una obra autónoma que tiene la capacidad y autoridad de tomar decisiones y les compete facultades propias como iglesia. Ahora bien, otro detalle a considerar es que esta autonomía debe también estar acompañada de una autonomía financiera, es decir, que este grupo de creyentes no dependa económicamente de otra iglesia para costear sus costos operativos (es decir, pago o alquiler de local dónde se reúnen entre otras cosas), y también que tenga un maestro asociado a ellos que vele, predique y rinda cuentas a otra iglesia local hasta que sea ordenado y confirmado en su llamado por la misma iglesia. Adicionalmente esta iglesia debe reunirse semanalmente al menos 2 veces por semana en acuerdo común geográfico y de horario.


Luego que esta congregación tenga estos requerimientos, puede libremente hacerle un llamado pastoral a su maestro que ha estado enseñándole por años y dedicándose a la labor pastoral. Este llamado se confirma por la cooperación y participación de otros pastores que habiendo conocido personalmente a este hermano y evaluando sus capacidades y competencias, no objetan el apoyarlo para la ordenación pastoral. Y habiendo incurrido en estos pasos preliminares entonces se procede a envestir a dicho hermano con el ordenamiento pastoral, que se lleva a cabo en una sesión o reunión de toda la iglesia en un día en particular y leyendo un acta debidamente firmada y suscrita por todos los miembros, estos se sujetan al llamado pastoral de dicho hermano o candidato al ministerio.

Queremos resaltar el principio de que cada candidato a la labor pastoral siempre estará siendo observado no solo por otros pastores sino por la misma asamblea o iglesia y todo esto antes de que sea ordenado a fin de comprobar si realmente cumple con los requisitos bíblicos, utilizando para ellos los principios destacados en la 1 carta del apóstol Pablo a Timoteo en el capítulo 3 del mismo.


El Ordenamiento Pastoral

Debido a que el llamado pastoral es algo delicado y lleva consigo una responsabilidad enorme, es por esto que se requiere y se necesita que todos los pasos y procedimientos sean llevados a cabo de la forma correcta y más apegada al texto bíblico, ya que luego que un pastor es ordenado, está envestido con la autoridad del Espíritu Santo para proceder en el correcto desempeño de sus atribuciones para servir a la iglesia de Cristo. Observemos este texto dónde se evidencia la directa autoridad que luego de ser ordenados tienen los pastores sobre el rebaño:


Hch 20:28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.


Mirad por vosotros…

Προσέχω ἑαυτοῦ en el griego. Interesantemente las primeras palabras del verso hacen alusión al ministerio sacerdotal: proseco (προσέχω, G4337), dar oído, prestar atención. Se dice de los sacerdotes que «servían al altar» (RV: «asistió al altar») (Heb_7:13). VINE NT.

Lo que se deduce en un ministerio propio y particular de estos hombres a quienes se le delega o se les confiere por vía apostólica (Pablo) el llamado pastoral, y de los cuales debían darse cuenta entre ellos, es que desde dentro de ellos mismos iba a brotar una apostasía para contaminar a las iglesias. Adicionalmente este llamado no implica una protección o cuidado a ser presas del error o la falsa doctrina, ya que a pesar de haber sido comisionados por autoridades apostólicas, el Espíritu Santo confirma la desviación futura de muchos de ellos:


Hch 20:29 Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.


Para revelar y confirmar la soberana elección de Dios y su verdadera aprobación espiritual:

1Jn 2:19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.


Y también para confirmar el ministerio profético del Espíritu Santo:


1Ti 4:1 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;

Todo esto nos revela que siempre la doctrina será una forma o manera de verificar la autenticidad de un llamado pastoral o ministerio de enseñanza ya que indistintamente de los resultados que una metodología produzca, siempre el fundamento teológico será más importante:


Gál 1:8 Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.


El “mirad por vosotros” es una alusión directa al llamado pastoral e individual que cada pastor en cada congregación local tiene que asumir con responsabilidad e integridad para la Gloria de Cristo. Ahora bien, ¿qué es lo que ocurre con este llamado de “mirar por nosotros” en las iglesias dónde existe solo la figura del “Monopastorado”, (pastores individuales que gobiernan solos la iglesia)? Que evidentemente el poder se vicia en el corazón de los hombres y desplaza así los verdaderos intereses espirituales que se deben tener para con la congregación y para con sus miembros, haciéndolos prácticamente intocables, incuestionables e incapaces de ser abordados de forma particular para ser evaluados. Generalmente en las iglesias con un solo pastor como cabeza y autoridad se dan demasiados abusos, muchos creyentes son atropellados, maltratados y aun así, menospreciados al mismo tiempo que este pastor unilateral es adulado y atendido en extremos que cortan en lo irracional e idolátrico. No en vano siempre es notable observar que en las iglesias dónde existe solo una autoridad pastoral, aquellas personas que se van de las congregaciones quedan como rebeldes y traidores a la visión del supuesto “ungido” de Dios. Finalmente la grey al estar sujetos en sus conciencias bajo el yugo de una visión particular, dan por sentado las palabras del pastor cuando condena al que se va mostrándolo como veredicto final y verdadero, sin antes evaluar o consultar con aquellos que se van de las iglesias por las irregularidades que allí se viven.


Lo que queremos decir acá con respecto el término: “Mirad por vosotros”, es que es evidente que cada pastor debía de forma voluntaria someterse no a un hombre en particular de forma vertical como si de alguna organización piramidal se tratase sino como de forma horizontal se puede apreciar mediante el consejo bíblico, todo esto lo podemos probar mediante los siguientes textos:


Efe 5:21 Someteos unos a otros en el temor de Dios. (Uno de los argumentos que quizá puedan utilizar aquellos que se oponen a la pluralidad pastoral es sobre el hecho que este pasaje está dentro del contexto de la sujeción en la familia, y seguramente intentarán probarlo de esa manera, ejemplo: casadas sujetas a su marido, pero lo que es importante destacar es que la sumisión que aquí se expresa en la familia es como un reflejo de la sumisión que se da en la iglesia, observemos el texto Efe 5:24, dónde se habla claramente de la sujeción de la Iglesia a Cristo y si existe dicha sumisión entre Cristo y la Iglesia entonces se hace necesario observar de la sumisión entre ancianos y ovejas y ovejas ante ancianos).


Flp 2:3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; (Aquí se demanda por la Palabra a que nos estimemos cada uno de nosotros como superiores).


Mat 20:25 Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mat 20:26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor. (En este pasaje es claro que el liderazgo bíblico implica servicio, entrega y dedicación a otros, no como buscando tener señorío y primacía sino siendo de ejemplos a la grey en cuanto al trabajo por la obra.)


Tit_1:5 Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos (Plural) en cada ciudad, así como yo te mandé; (Acá observamos que la situación de las irregularidades y las deficiencias de las congregaciones se derivaban de la falta de “pastores” en plural que de forma horizontal y responsables ante Dios se dieran cuentas entre sí)


¿Por qué no es bueno que un pastor esté solo?

Principalmente por la condición del corazón caído. Anteriormente escuchaba un audio del Dr. Cesar Vidal en dónde hablaba de la relación entre la cita bíblica de Jeremías 17:9, “El corazón es engañoso y perverso, más que todas las cosas. ¿Quién puede decir que lo conoce?” y el movimiento independentista en EEUU durante la época colonial, en la que muchos de los próceres de la independencia en el continente norteamericano, citaban regularmente dentro de la correspondencia que tenían esta cita para aludir a las necesidades de ser vigilados entre ellos mismos y rendirse cuenta mutuamente. Y es que debido a la constante permanencia de nuestro pecado y nuestra maldad en el corazón, no podemos fiarnos de nosotros mismos como personas que no pudiéramos en algún momento incurrir en el error siendo creyentes o pastores, esta es la razón por la cual existen instituciones autónomas en los contextos de las naciones que deberían velar por la democracia y los derechos de libertad que son propios de las repúblicas, por lo que es necesario e indispensable que todo la autoridad en las congregaciones no descanse sobre un solo hombre sino en una pluralidad y un colegiado que de forma horizontal y siendo iguales entre sí, pueden rendirse cuenta mutuamente, evaluarse y protegerse no solo en integridad doctrinal sino también en la práctica de la fe en la vida cotidiana.


Ciertamente esto podría verse como algo totalmente extraño debido a la popularización que ha tenido el Monopastorado (un solo pastor dirigiendo una grey) en nuestros días, pero la realidad bíblica muestra todo lo contrario:


- El Señor le dio jueces al pueblo de Israel.

Éxo 18:21 Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez.


- El Pueblo de Israel rechazó el liderazgo de los jueces y pidieron un rey.

1Sa 8:7 Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos.


1Sa 8:18 Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, mas Jehová no os responderá en aquel día.

1Sa 8:19 Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre nosotros;

1Sa 8:20 y nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras guerras.


¿Cómo es el liderazgo en el Nuevo Testamento?

El Señor Jesucristo escoge a doce, y dentro de ellos evidentemente algunos intentan tener un grado de jerarquía entre ellos:


Mat 20:21 Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. (Interesantemente existen hoy en día algunos que trastornan la fe enseñando una especie de visión monárquica para la iglesia en dónde ellos sugieren que el pastorado se hereda en la familia y que por tanto los hijos de los pastores tendrán derecho y potestad para continuar un legado ministerial, obviamente no han entendido estos textos y aluden como esta mujer que sus hijos puedan ser sentados en posiciones de liderazgo, también tuercen textos del Antiguo Testamento en dónde se evidenciaba la forma de gobierno teocrática y también monárquica entre los reyes de Judá e Israel para tratar de sostener sus herejías).


Observe la respuesta de Jesús:


Mat 20:26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,


Adicionalmente tenemos un colegiado de diáconos:

Hch 6:3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.


Pero lo que observamos es que dentro de ellos ninguno ostentaba de una posición de superioridad, sino que distinto a ello trabajaban como iguales, es decir, rindiéndose cuentas entre sí. Luego, esta forma de liderazgo plural permea todos los ministerios en el Nuevo Testamento, observe en todos estos textos como se usa la palabra: “Ancianos”, para referirse a pastores y de forma plural:


(1Ti_5:17, Tit_1:5, Tit_2:2, Stg_5:14, 1Pe_5:1, 1Pe_5:5, Hch_11:30, Hch_14:23, Hch_15:2, Hch_15:4, Hch_15:6, Hch_15:22, Hch_15:23, Hch_16:4, Hch_20:17)


¿Un pastor por encima de otros pastores?

Otro de los aspectos que queremos también abordar es la idea errada y anti bíblica de que exista una figura piramidal del liderazgo en las iglesias que someten a la autoridad de las Escrituras, figura que muchos usan de forma irresponsable tratando de probar y utilizando para ello las terminologías de obispo o presbítero pero de forma aislada y separada y no como intercambiable y sinónimos entre sí, pero deberíamos preguntarnos, ¿Es que tal distinción existe dentro de las palabras en el griego?


Obispo: Es en el vocablo griego el equivalente de Episcopos, lo cual se refiere a un sobreveedor, es decir, un atalaya, quizá la forma más ilustrativa de mostrarlo es la referencia que el término alude a aquellos hombres que se posicionaban en una torre para divisar quienes se proponían a ingresar a un territorio en particular, fuese un emisario, un comerciante o un ejército enemigo. La frase se utiliza para hablar de los pastores en su función de velar por la grey, y de forma sincera alertar y mover al rebaño a lugares seguros de los lobos rapaces.


Presbítero: Es el término o vocablo para Presbutero en el griego, que se hace alusión a una persona anciana. Obviamente el término tiene doble referencia, una hacia la madurez espiritual y otra hacia la edad particular de los candidatos para optar al ministerio pastoral. La madurez es algo que no se atañe particularmente a la edad, pero por regla general y norma, deberíamos esperar que hombres de más edad sean siempre más sobrios y prudentes, así mismo más maduros en cuanto a la fe.


Poimen: El término para pastor que alude necesariamente a la función de atender, cuidar y alimentar al rebaño, preparando para ello un pasto y una alimentación saludable, todo pastor debe ser capaz de enseñar y de instruir a cada oveja en la fe, para que estas tengan un crecimiento sano y seguro. Es común utilizar la frase dentro de los contextos del pastorado que dice: “Las ovejas no se cuentan, sino que se pesan”, haciendo la referencia a la labor primaria de nutrir a los hermanos en sus necesidades espirituales por medio de la Palabra de Dios.


El punto con todos estos términos es que son intercambiables entre sí, es decir, no existe una figura pastoral que se llame “anciano” y tenga un rol diferente al del “obispo”, y mucho menos que estos términos se puedan utilizar como una base para establecer una organización piramidal y jerárquica dentro de la iglesia, observemos pasajes que dejan claros el orden y la estructura de la Iglesia:


Efe 2:20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. (La idea a desarrollar se fundamenta en la idea o figura de una estructura o arquitectura que se cimenta sobre una piedra angular y luego va creciendo conforme a las bases que tiene hasta llegar a su techo).


Ahora observemos el pasaje en dónde se demuestra la figura completa:


Efe 4:11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,


Obviamente la estructura de edificio dentro del contexto del capítulo 2 verso 20 nos lleva a entender que los apóstoles después de Jesús son el fundamento y que luego de ellos le siguen los profetas hasta finalizar en pastores y maestros. Dentro de estas figuras debemos resaltar que tanto los apóstoles como profetas son personajes y oficios eclesiales de fundamento y ya no pueden existir más profetas sobre la base de este texto:


Luc 16:16 La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.


Mat 11:13 Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.


Por esta razón entonces debemos inferir que no existen profetas ni apóstoles en nuestro tiempo, y tema que en otra oportunidad podremos tocar, lo cual nos deja con las figuras de evangelista, pastores y maestros. En esta concesión que se entrega en los pasajes de Efesios, también podemos observar que no se delinea una figura de autoridad por encima de ellos como si se tratase de alguna pirámide, y quizá uno de los textos más claros para citar sobre este ejemplo lo tenemos en Hechos 15, en el 1er concilio de la Iglesia en dónde ampliamente se alude las únicas autoridades que tiene la iglesia:


Hch 15:4 Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos. (Observe acá las figuras de autoridad que se mencionan: Iglesia (Asamblea), Apóstoles (Fundamento, solo los 12 apóstoles de Jesús) y Ancianos (Pastores en general). Lea cuidadosamente el texto, obviamente no se permite la inclusión de ningún elemento de autoridad que no sean esos 3, porque no se habla de obispo de forma separada ni de pastores de forma aislada de los ancianos, porque es claro que la única figura que siempre se ha observado es el anciano como “pastor”, y que siendo los términos obispo, pastor y anciano intercambiables, entonces se hace el uso del mismo en ese sentido.


Hch 15:6 Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto. (Acá se puede observar que los que van a determinar y finalmente establecer una posición sobre las directrices para los gentiles en las iglesias son solo los apóstoles como fundamento y los ancianos de ese momento en particular). Nuevamente no se observan obispos, ni pastores por separado, porque es evidente que el término es el mismo para la misma figura: “Ancianos” que son también pastores y que también son obispos, según las funciones que ejecutan.


Hch 15:22 Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos; (Observe quienes son los que toman la decisión de forma unánime: Apóstoles (Fundamento), Ancianos (Pastores locales) e Iglesia (Asamblea). Por lo tanto ya debe ser claro que no existen obispos por encima de pastores, ni mucho menos presbíteros, sino que siendo los pastores una sola figura que engloba los demás términos, se designa como una autoridad junto con la iglesia que es la representación de la asamblea local.


Hch 15:23 y escribir por conducto de ellos: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia, salud. (Ahora se termina y se cierra el concilio con una carta en dónde se demuestra porque autoridad es que se deben hacer las cosas y por qué se deben observar de esa manera, nuevamente leemos las 3 figuras de autoridad: Apóstoles, ancianos y hermanos, es decir, fundamento, pastores locales y asamblea local. No se registra ni obispos como estando por encima de otros pastores, ni tampoco otra figura distinta).


¿Pueden existir pastores por encima de otros pastores?

Ahora entendamos si podría existir una figura de un pastor que está por encima de otros pastores. ¿Será esto posible? ¿Se podría observar así? La respuesta llana y sencilla es no. Es decir, no se puede admitir una figura jerárquica de corte piramidal debido a los siguientes argumentos:


a) El liderazgo pastoral que ejerció Jesús, jamás contempla una estructura de jerarquía, esto lo observamos en los pasajes de Mateo 20:20-26. Entonces es imposible que observemos este tipo de liderazgo cuando Jesús mismo se pronunció en contra de ello y constituyó como se debía pastorear, y según su ejemplo no podemos decir que los apóstoles e inclusive el mismo Pablo, hayan tenido otra cosa en mente más allá del principio de igualdad y liderazgo horizontal.


b) En todos los versículos que se hace mención de la palabra: “ancianos”, jamás se encuentra en un contexto en dónde estos estuvieran por encima de otros “ancianos”; observemos pues el texto de Hebreos 13:17, en dónde se llama a la congregación a sujetarse a los pastores, siendo estos una asamblea que dentro de las exhortaciones que reciben se les llama a no “dejar de congregarse”, por lo tanto, vemos que al menos uno de los textos más claros en cuanto a sujeción, no habla de pastores sujetos en forma vertical a otros pastores, sino de una “asamblea”, sujetada a “pastores”.


c) Si cada cargo en el sentido de Obispo, Presbítero o Pastor, no fueran términos intercambiables, entonces ¿Por qué no tenemos una instrucción de requisitos para los pastores, otra para los ancianos y otra para los obispos? Es evidente que solo existe una figura o cargo de autoridad para la iglesia, y esa figura son los obispos, que también se les designa como ancianos y como pastores. Y por esta razón es que solo tenemos (2) estructuras de requerimientos en 1 Timoteo 3, que son para obispos y para diáconos.


d) ¿Podrían ser los obispos en 1 de Timoteo 3, pastores que estaban a cargo de otros pastores? Respuesta: Absolutamente que no. ¿Sobre la base de que texto? Sobre el texto siguiente:


1Ti 3:5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); Fíjese que el término que se usa en los requerimientos para los obispos no es el de “cuidar a los pastores de las iglesias”, sino “Cuidar la Iglesia de Dios”, es decir la asamblea.


e) ¿Podría alguien argumentar que es un Timoteo y puede velar por otros pastores como lo hacía Timoteo? Respuesta: Absolutamente que no. ¿Sobre la base de que argumento escritural? Sobre estos argumentos:


- Timoteo tenía un llamado especial: 1Ti 4:14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Nótese que el ministerio de Timoteo fue confirmado por “profecía” y también por medio de la ordenación de otros “ancianos”. Ahora bien, si anteriormente dijimos que los profetas fueron hasta Juan, y evidentemente los apóstoles fueron también la autoridad delegada por Jesús, y estos ministerios extraordinarios cesaron, ¿entonces cómo podría alguien en nuestros días referirse a su llamado individual como propio y autorizado mediante la profecía?


¿Entonces como alguien podría apuntarse a sí mismo como al mismo nivel de Timoteo?


Primero tendría que por medio de profecía verificarse este llamado, lo cual no lo podemos hacer hoy porque no hay profetas ya que el último fue Juan, y adicionalmente tendrían los apóstoles que constatarlo en la misma Palabra (Biblia) como Pablo lo confirma: 1Ti 1:2 a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor. ¿Será que alguien podría decir hoy en día que el mismo apóstol Pablo tuviera semejante opinión de ellos? Absolutamente que no, el canon bíblico (es decir, La Biblia), está completa y no se le puede ni sacar, ni añadir, por lo tanto, cualquiera que hable y enseñe de que ha tenido por profecía y por imposición y adjudicación de forma espiritual algún tipo de autoridad para estar por encima de otros pastores, delira, nada sabe y ha naufragado en la locura de su necedad.


Por estas razones es muy seguro el testimonio de la Escritura el cual nos apunta de forma definitiva a que el pastorado es un llamado plural, adicionalmente las figuras de liderazgo u oficiales son muy claros según el criterio de Hechos 15, Pastores Locales que son los ancianos, la Asamblea que es la iglesia y finalmente los apóstoles cuyo ministerio cesó cuando partieron con Cristo dejando esta tierra y sentando el fundamento y las bases. También concluimos que los obispos no son una especie de figura de autoridad por encima de otros pastores, sobre la misma base del texto en 1era de Timoteo 3, y tampoco existen ministerios de “Timoteos”, debido a que este ministerio fue particular y propio del mismo Timoteo que se nos demuestra en la Palabra y su llamado consistió en al menos 3 confirmaciones: a) La Verificación del don mediante la profecía (Actualmente no hay profetas, no se cumple). B) El Ordenamiento Pastoral (Imposición de las manos del Presbiterio: Esto pudiera cumplirse si existen pastores locales en una congregación). C) La Recomendación y la aprobación apostólica directa de un apóstol como Pablo, que se lee cuando redacta la carta y dice: A Timoteo, “Verdadero Hijo en la Fe”, una frase que no pudo decir con el caso de Demas, pero con Timoteo lo hace, y esto es algo que nadie puede ostentar tener hoy en día y no se cumple, ¿Por qué razón? Porque ya los apóstoles partieron con el Señor, y nada sería más absurdo que tratar de probar de alguna forma “mística” y “espiritual” que el apóstol Pablo o cualquier otro apóstol haya aprobado cualquier “ministerio” particular de alguien en este tiempo.


Por todo el rebaño…

El rebaño es la asamblea, no son otros pastores, son claramente aquellos que están debajo de los que fueron ordenados como pastores por la imposición de manos del presbiterio, en este caso se observa que quién debe velar por la iglesia de forma directa, no es un “Timoteo”, tampoco un “obispo” que está por encima de otros obispos, sino que estos ancianos, es decir, pastores que se muestran en Hechos 20, son los que de forma directa tienen bajo su cargo a un grupo de hermanos que constituyen la asamblea o membresía de la iglesia.


Nuevamente observamos el texto que habla de cómo cada pastor de forma individual tiene un llamado para con la iglesia, y no existe esa figura de pastores sobre otros pastores:

1Ti 3:5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿Cómo cuidará de la iglesia de Dios?);


El Espíritu Santo os ha puesto por obispos…

Lo que se observa acá es el concepto de enviar, o el enviado, que es liberado de forma voluntaria por otro pastor o pastores de una iglesia que lo envía para plantar, predicar o consolidar una congregación. Ahora bien, una de las cosas que debemos tomar en cuenta es que cuando alguien es enviado por la imposición de manos, entonces esta persona ya está comisionada por el Espíritu Santo, y no es una comisión basada en la voluntad de un hombre, ya que si fuese esto así entonces dicha ordenación pastoral ha sido cumplida pero “en la carne”, y no en el “Espíritu”. ¿Qué queremos decir con esto?, bueno, básicamente que el enviar en ordenación pastoral es como quien libera a una persona dándole completa libertad y haciéndolo consciente de sus propios actos de ahí en adelante, y advirtiéndoles que ellos deberán dar cuenta al Señor por sus ministerios, esto lo podemos ver en Hechos:

Hch 20:32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.


Hch 20:26 Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos;


Fíjese como el texto alude al trabajo que hizo el apóstol Pablo de forma esforzada y dedicada por espacio de 3 años: Hch 20:31 Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno. Este trabajo fue el de capacitarlos y enseñarlos, amonestándolos en el temor del Señor, adicionalmente instruyéndolos en la doctrina de Cristo y predicándoles el Evangelio conforme y acorde a la Escritura. En este sentido es que el apóstol los envía. Y de esta manera es que un Pastor es enviado, jamás otros pastores o ancianos pueden osar en retener o no el llamado pastoral de alguien de forma conveniente, pues se supone que una vez que los ancianos ordenan y envían a otros pastores, ya ellos han sido evaluados y han calificado para dicho llamado.


Uno de los problemas que podríamos encontrar acá es la forma en la cual se da el ordenamiento pastoral, ya que si estos pastores fueron ordenados sin la observancia de criterios bíblicos muy precisos como los contenidos en 1era de Timoteo 3, quizá no fueron ordenados “bíblicamente” y solo fueron ordenados según la carne en la visión e ideales de un sistema o metodología en particular y para fungir no como pastores sino como títeres y marionetas que no tienen ni voz, ni voto, ni derecho y mucho menos libertad para cuestionar según los criterios propios de su personalidad y conocimiento escritural, algo que frecuentemente ocurre en las sectas. Por esta razón todo pastor debería observar con cuidado y responsabilidad su propio llamado pastoral y evaluarlo conforme a la luz de las Escrituras.


¿Podría decir un pastor que envía a otros pastores que ellos solo son pastores mientras se sujeten a él?

Pues básicamente volvemos a la premisa de la figura pastoral, porque debido a lo que hemos estudiado, el pastor no pastorea pastores, el pastor o pastores bíblicos pastorean un rebaño, y por esta razón no tienen derecho y autoridad sobre otros pastores, ni siquiera así los hayan ordenado, pero evidentemente este podría ser un argumento que algunas personas que tienen la intención de adueñarse de la grey, podrían utilizar indiscriminadamente para tratar de comprar las conciencias, el problema con esto es que el pastor al relacionar el llamado pastoral de otra persona a su criterio y aprobación personal está atacando la obra del Espíritu Santo en el llamamiento pastoral, ya que evidentemente está dejando por sentado que quién ordenó fue el hombre, (es decir él) y no el Espíritu Santo. Entonces sí reconoce que fue en la carne, es decir, que fue él quien ordenó y no el Espíritu entonces esa ordenación fue fingida, una farsa y un pecado más grave y mucho mayor delante de Dios.


Por este criterio y según lo que hemos estudiado podemos concluir al menos dos cosas respecto a este tema:


1) Los pastores que ordenan a otros pastores, los envían, es decir, los liberan y ya no tienen autoridad sobre ellos, los pueden aconsejar, orientar y ayudar de forma voluntaria pero jamás en imposición y en obligación.


2) Los pastores que son ordenados, si son ordenados por el Espíritu Santo, ya no se deben al hombre sino a Dios. Por lo tanto las conciencias de los mismos deben estar atadas y sujetas a las Escrituras ya que ellos serán los que darán cuenta ante el Señor en el día del juicio.


3) Aquellos pastores que intenten manipular a otros por efecto de ellos ser los que ordenaron, pueden estar cayendo en el error de pensar que ellos tienen un derecho o se sienten dueños no solo de las iglesias sino también de otros pastores, usándolos como su propiedad, a su antojo y conveniencia. Por esta razón es importante siempre evaluar con la Palabra y no con las emociones un llamado y la invitación a cualquier tipo de ministerio en una congregación.


El modelo de liderazgo piramidal y jerárquico que se intenta imponer en las congregaciones no es propio del protestantismo sino que es más bien una copia barata del romanismo, cuya organización depende de las estructuras en dónde papado, arzobispado entre otros juegan un papel de organización corporativa, más no siendo este el modelo que tenemos revelado en la Palabra de Dios. La iglesia de hoy en día aunque de nombre se titule protestante, es muy real que ha adoptado más del romanismo de lo que con sus palabras intenta rechazar. Este argumento debería ser concluyente, dado que históricamente las iglesias protestantes jamás se han organizado de esta manera y en otro aspecto, aquellas iglesias abiertas a liderazgos de supervisión dentro de concilios jamás lo han hecho violentando e irrespetando la autonomía de la iglesia local del Señor.


Apacentar la iglesia del Señor…

Nuevamente el texto es claro, el pastor huele a ovejas porque evidentemente, trabaja con ovejas, las atiende, las alimenta, las cuida y las protege. Es tan absurdo pensar que existan pastores que no tienen ni siquiera una sola oveja a su cargo, ostentan del pastorado como un título, se dicen llamar pastores y no pastorean ni a su propia familia. Por consiguiente se desvirtúa y tergiversa el verdadero pastorado bíblico.


El pastor o pastores tienen un rebaño que atender:


1Ti 3:5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);


Tienen que pastorear la iglesia, no a otros pastores, el texto es claro (¿Cómo cuidará de la iglesia de Dios?).


El pastor o pastores es quién alimenta rebaño y está ahí para con ellos:


Jer 3:15 y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia.


El pastor o pastores son los que dan ejemplo a la grey con un testimonio irreprensible y no se adueñan de las iglesias, adicionalmente estos no trabajan por dinero aunque puedan ser remunerados, también lo hacen de forma voluntaria porque tienen un corazón puesto por Dios para ello:


1Pe 5:2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto;


El pastor o pastores son los que están ahí al frente y dan la cara, se entregan a la obra y son de apoyo y sustento para la iglesia, no existe un pastorado remoto, no existe un pastor virtual ni tampoco existen pastores indirectos que pretendan seguir pastoreando aun cuando han abandonado la congregación:


Zac 11:17 ¡Ay del pastor inútil que abandona el ganado! Hiera la espada su brazo, y su ojo derecho; del todo se secará su brazo, y su ojo derecho será enteramente oscurecido.


Jua 10:11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.


Él ganó por su propia sangre…

El Verdadero Problema: El Síndrome de Diotrefes.

Actualmente lo que vemos en nuestros tiempos es un problema no de terminologías, tampoco de confusión teológica sino más bien del corazón, en dónde hombres inescrupulosos, tomando ocasión de mentes débiles, incautas y neófitas en la Palabra se sienten coaccionados bajo las supuestas visiones de los hombres manipuladores y controladores, cuyas visiones personales no son respaldadas ni por la Palabra ni por el Señor Jesucristo, y que tan solo son impuestas por los resultados que producen, no sin antes generar y producir un efecto de esclavitud de la razón, abordando enseñanzas que contienen un adoctrinamiento para no formar discípulos de Cristo sino marionetas y títeres que no tienen criterio propio ya que no los forman en la Palabra y tampoco los dejan que se formen de manera voluntaria en la misma, tampoco los sueltan de su control, ya que lo que muchos buscan es una gloria personal e individual, un renombre entre los nombres. Esto se hace más patente en un tiempo en donde el mundo se mueve de forma interesada en un materialismo terrible y agobiante.


3Jn 1:9 Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe.


3Jn 1:10 Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia.


Diotrefes es el personaje que se hace alusión en 3 de Juan, en dónde se expone un caso de enseñoramiento sobre la grey, cortando para ello toda comunicación con la verdad que exponían a los apóstoles y cercenando a los miembros de la libertad de buscar por sus medios la doctrina de Cristo. Muchos hoy en día actúan como Diotrefes, engañando y siendo engañados ellos mismos, padecen de un problema grave y crucial: “ellos se creen los dueños de la grey”, no han entendido que quién murió en la cruz por las ovejas es Cristo, e intentan imponer su dominio de terror enseñando a otros sobre la traición, los traidores y específicamente los “judas”. Algunos lo hacen por el beneficio económico, ya que mientras más pastores e iglesias puedan tener a su cargo entonces mucho más dinero les entrará a sus arcas personales, otros lo hacen para alimentar y nutrir el ego y la arrogancia propia de verse como hombres influyentes, hombres de alto peso y valor entre los hombres.


Todo esto es evidencia de tremendas falencias en el llamado pastoral. Muchos recurren en su afán de ver a una iglesia crecer, a las metodologías, debido a que lo más importante es procesar números, es llenar un auditorio, sin importar como vive cada una de esas personas que se reúnen los domingos por la mañana. Es importante que nuestros ojos sean abiertos a la luz de la verdad y que mientras el Señor nos dé la fortaleza podamos inquirir y denunciar el error y el descontrol, sabiendo que un día todos los que hemos sido llamados al pastorado daremos cuenta por nuestras propias falencias y pecados, Dios permita que mientras existe tiempo de gracia, nuestros corazones corran a la fuente y sean sustentados con la misericordia y el amor del verdadero, único y excelso príncipe de los pastores: Nuestro Señor Jesucristo.


El que tenga ojos para leer, y oídos para oír, oiga lo que el Señor ha dicho en su Palabra. Amén.


Ps. Christian Nartatez




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