Efesios 6, - Parte 2
Autor: Apóstol Pablo
Este sermón expositivo ha sido desarrollado por el Ps. Christian Nartatez para la Iglesia Bíblica La Gracia - Punto Fijo, Estado Falcón - Venezuela.
La Armadura de Dios
Ps. Christian Nartatez
Introducción.
Cuando comenzamos en el sermón sobre Efesios 6:1, la atención al comienzo fue dirigida hacia los hijos. Los jóvenes fueron el comienzo del desarrollo que hace el apóstol y de ahí se fue trazando la enseñanza hacia los padres hasta finalmente tocar los siervos y amos. Es interesante notar como en una ocasión comentó Ravenhill que justamente en este capítulo las exhortaciones que hace el apóstol construyen un orden lógico desde la cuna (Hijos) hasta la armería (Soldados).
Comenzamos en el 6:1, (Hijos) para terminar en la batalla (Tomad la armadura de Dios).
Todo creyente continúa este crecimiento en su vida desde su infancia espiritual hasta su madurez en el Señor, es necesario para la supervivencia del cristiano en un mundo caótico en su naturaleza pecaminosa y en su transición temporal.
Desarrollo.
Vestidos por Dios. “La Armadura Integral”.
¿Qué es la armadura de Dios?
El apóstol Pablo presenta acá la idea de lo que sería una imagen metafórica para el creyente durante toda su vida y su peregrinaje en esta tierra. Probablemente la imagen la tenía muy viva ya que durante la redacción de la carta el apóstol se encontraba encarcelado en Roma y además de los otros presos estaban en ese lugar en su mayoría soldados romanos con sus armaduras e instrumentos de guerra.
Efe 6:11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Las primeras 2 referencias que tomaremos de los textos serán:
Vestíos y Tomad. Los verbos se intercambian en la oración y tienen el propósito de acentuar el contenido intermedio.
Vestíos… (Enduo) Griego.Koiné.
La referencia se hace a ciertos elementos de la armadura que no se pueden usar sin la ayuda o intervención de otra persona para ayudar en el proceso de montaje. Esto nos habla de la obra salvífica y redentora que hizo el Señor en la cruz y en la cual nos ha dado hermosas promesas de seguridad y protección en Él. Ejemplos:
4 referencias Neo-Testamentarias se dan en esta exposición de acuerdo a su relación con el tema:
Vestíos(Enduo: Griego K.) de: - Amor. Col 3:14, Como escogidos de Dios, Santos, Amados. Col 3:12, Del nuevo hombre. Efe 4:24, Del Señor Jesucristo. Rom 13:14.
Esta palabra tiene una connotación o definición monergista de un acto externo y no interno. Todos sabemos que solo Dios nos escoge: Col 3:12, todos sabemos que solo Dios nos puede hacernos un nuevo hombre: Efe 4:24, todos sabemos que Dios es amor y que sin Él no podemos amar a nuestros hermanos: Col 3:14, Todos sabemos que solo el Padre nos puede guiar a su Hijo Jesús: Rom 13:14.
Vestíos es un verbo netamente externo y que está fuera de nuestro alcance, según la definición bíblica.
Ahora cambiamos al enfoque de: “para” o su efecto inmediato.
Estar firmes contra las asechanzas del diablo…
Efe 6:11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
La razón por la cual podemos estar firmes no es porque nosotros “hagamos” algo específico, ya que como vimos anteriormente, la frase: “Vestíos” es exclusivo de lo que Dios ha hecho y que nos ha entregado, en todo caso como les dice a los Colosenses: Col 3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; No lo hace en un sentido estrictamente literal sino más bien como un recordatorio de lo que ya somos en Cristo Jesús. Ejemplo: Nadie puede decidir si escoge ser “Un escogido de Dios” o un “Seleccionado por Dios”, esto es una atribución que al Señor solamente le compete.
Entonces si el apóstol vincula las asechanzas del diablo con el verbo vestíos, es porque intenta advertirnos de la armadura que ya tenemos en el Señor y no lo hace propiamente en el sentido literal para nosotros poder lograr una victoria en contra del diablo, esto no es bíblico, la biblia dice que Jesucristo venció, una vez y para siempre. Definitivo y total era el golpe que le daría la simiente de la mujer a la serpiente: Col 2:15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
Para estar firmes contra las asechanzas del diablo ya tienes la victoria y la armadura puesta encima de ti, sólo necesitas recordar, cuál es tu equipo de batalla, a que ejercito perteneces y quien es tu comandante en jefe: El Señor Jesucristo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Tenemos un enemigo pero nadie sabe qué tan viejo es, tampoco sabemos que tan fuerte es, cuántos recursos tiene. Sabemos que es más fuerte que los hombres, pero no es más fuerte que Dios, sabemos que es poderoso más sin embargo no es todopoderoso. L. Ravenhill.
Debemos entender cuál es nuestra responsabilidad en esta batalla y que es lo que por consecuencia directa nos toca afrontar, así como también el terreno o la ventaja que llevamos adelante:
Según la Palabra sobre los: principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Cristo triunfó sobre ellos. Col 2:15
No podrán nunca separarnos del amor de Dios. Rom 8:38
Están bajo la autoridad y gobierno de Jesucristo. Efe 1:21
Se sujetan a Cristo. 1 Ped 3:22
Ahora la pregunta que nos resta hacer es: ¿Cómo podemos tener una batalla con un enemigo que ya ha sido vencido y sujetado ante nuestro reino y nuestro Rey? ¿En qué sentido luchamos nosotros?
La lucha no es individual, es de la Iglesia. Es colectiva. (Efesios es una carta dirigida a una iglesia no a un cristiano en particular).
La lucha no involucra “carne y sangre”, entonces ¿Cómo podemos pensar que nuestras acciones místicas y anti-bíblicas como una supuesta “guerra espiritual” distorsionada y tal como se enseña hoy en muchas iglesias tenga un efecto en ese mundo? La pregunta que deberíamos hacer es la siguiente: Si decimos que no es contra sangre y carne, entonces ¿Cómo nuestra guerra que hacemos en este cuerpo, bajo esta carne y sangre tiene un impacto en el mundo espiritual?
Porque la lucha es Bíblicamente Espiritual y no Místicamente Espiritual.
¿En qué sentido es Bíblicamente Espiritual?
Ahora entra en juego el siguiente texto:
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Hagamos un breve resumen…
Dios es el único que nos puede “Vestir” con su propia armadura con el propósito de que su Iglesia que es su “Ejercito” en la tierra, siga avanzando y proclamando el Evangelio a toda criatura. Su armadura con la cual nos ha vestido y nos recuerda que poseemos, es la garantía de nuestra preservación para el día final: La santificación progresiva, la justificación imputada por sustitución penal y el sello del Espíritu Santo, son vinculantes y propios de la idea de esta “Armadura de Dios”.
Estamos firmes contra las asechanzas del diablo a pesar de sus maquinaciones porque la biblia nos da testimonio de la autoridad, señorío y gobierno de Cristo ante todos estos seres celestiales que nos puedan acechar, pero nuestro deber tal y como se nos llama es a recordar, hacer memoria, preservar como una realidad vigente y tangible que estamos vestidos con la armadura de Dios porque somos sus soldados y tenemos batallas que como iglesia debemos librar, al mismo tiempo reconociendo que la dirección, fuerzas, recursos y estrategias que utilizamos son las que el Señor nos provee.
Provistos por Dios. “Los Recursos y Armas que se nos han dado”.
Tomad… (Analambano) G.K.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Ahora tenemos esta idea importante de lo que hemos recibido como tal, de forma externa y de parte directa de Dios como en una actitud no monergista, pero sinergista en dónde el Señor nos exhorta a tener una actitud y a tener una respuesta, tomar una acción concreta: Tomad “TODA” la armadura, no dejes nada de la armadura sin ponértela encima.
Entrando en materia sobre aquellas piezas que conforman esta armadura de Dios, debemos cuidarnos de no literalizar de una forma extrema el texto, ya que se debe entender el propósito alegórico y figurativo del mismo, sin embargo debemos tener al menos una guía de la estructura que conforma esta “Armadura”:
Ceñidos, vestidos y calzados…
Ceñidos con la verdad:
El ceñirse en la cultura hebrea durante los tiempos vetero-testamentarios implicaba prepararse para la batalla, la idea de ubicar la ropa y amarrarla con seguridad a la cintura, hace referencia a la actitud cristiana de estar siempre preparados para la venida de nuestro Rey y Señor Jesús, acá una referencia:
Luc 12:35 Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas;
Luc 12:36 y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida.
Vestidos con la coraza de justicia:
La coraza o el breastplate de la armadura era una de las piezas más importantes ya que esta protegía los órganos internos y vitales del soldado, de esta manera no quedaba expuesto. La justicia como la podemos definir según el Nuevo Testamento y sobre todo a través de Romanos, representa la persona de Cristo.
Es coherente que el apóstol la utilice para la justicia de Dios por medio de Jesús porque es lo fundamental que nos protege de la ira divina del Creador.
Históricamente la coraza nunca se podía usar sin la ayuda de otra persona que interviniera amarrándola al cuerpo. Es por esto que hacemos referencia a que el término “Vestíos” es bíblicamente un término monergista, ya que nos remite a pasajes en dónde Dios es el que hace una obra y no el hombre. ej:
Calzados con el apresto del Evangelio:
El calzado como en otras figuras simbólicas que se encuentran en la Palabra representa el andar y el caminar. Tanto el destino como el trayecto son parte del calzado del caminante y del peregrino. El Evangelio es una narrativa hermosa que comienza con nuestro extravío y concluye con nuestra reconciliación con Dios. En esta trayectoria el creyente cambia de rumbo y de dirección, sus pasos a medida que se acercan a su Señor son afianzados. En una ocasión compartimos que el creyente no se adapta al camino, pero más bien Dios ordena providencialmente el camino al paso de su siervo, hijo y embajador del Evangelio.
Sal 5:8 Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos;
Endereza delante de mí tu camino.
Pro 3:5 Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Pro 3:6 Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.
Tomad:
El Escudo de la Fe.
La fe es inherente en la vida cristiana. Es un don de Dios, pero también es la presión en el anhelo de lo que esperamos, de manera objetiva y clara, con un propósito cuya fijación se centra en la gloria de Dios. Su función dentro de la armadura consiste en “apagar los dardos de fuego del maligno”. 1Pe 5:6 pues, bajo la poderosa mano de Dios, echando toda vuestra sobre él, porque . ; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor ; al cual sabiendo . Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, , él mismo os
(a) La fe objetiva en Cristo no es una fe presunciosa, arrogante o individualista.
(b) La fe objetiva en Cristo no permite que vivamos sumergidos en una constante ansiedad, sino que nos permite creer y confiar que de verdad Él cuida de nosotros.
(c) La fe objetiva no es incrédula o relajada en cuanto a las tentaciones, el mundo caído que le rodea y su necesidad de dependencia en Dios. (En una ocasión R.C. Sproul en una enseñanza preguntó a su audiencia si ellos creían en el diablo. El silencio fue total, a lo que él les respondió que si no creían en el enemigo, entonces ¿cómo librarían la batalla espiritual contra las asechanzas del diablo?) No podemos ni debemos ignorar las maquinaciones del enemigo ni pensar que él no opera en el mundo en este momento, sería un trágico error subestimarlo.
(d) La fe objetiva no nos lleva a victimizarnos, sino todo lo contrario, nos alienta a tener una práctica real que implica el perdón, el arrepentimiento y las emociones en la vida.
(e) La fe objetiva no es una fe ilusa e idealista, sino más bien realista en cuanto a los padecimientos y sufrimientos a los cuales estamos llamados por causa de nuestro Señor Jesús. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo.
Se puede errar cuando no solo subestimamos al enemigo, sino también cuando sobreestimamos al enemigo. S. Michelén.
El Yelmo de la Salvación.
1Ts 5:8 Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con . Porque , por medio de nuestro Señor Jesucristo,
Nuestra salvación es segura en Cristo Jesús.
El enemigo constantemente intenta sembrar duda en nuestros corazones, aún nuestra mente finita y caída es lo suficientemente lista por sí misma para dirigir nuestras emociones a aquello que nos parece “lógico”, “racional” y “coherente”. No negamos que el creyente posea estas virtudes y se guíe y se rija a través de ellas, pero cuando estas nos conducen en una dirección diferente a lo que la Palabra nos indica es claro que debemos obedecer a la Escritura.
Todos sabemos lo horrible que se siente el pecado, y lo desastroso que es y vergonzoso para un cristiano transgredir la ley de Jehová, pero al mismo tiempo con ese dolor se une una esperanza: 1Jn 2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Si nuestra mente nos demanda y nos exige que no aceptemos esto y que seamos escépticos entonces el enemigo habrá tomado ventaja a causa de nuestra incredulidad y viviremos de acuerdo a nuestras emociones y no de acuerdo a la Palabra. Lo mismo se aplica para cualquier texto que implique una demanda y exhortación real hacia un estilo de vida santo y agradable al Señor, sabemos que no lograremos en esta vida una santidad perfecta pero no podemos negar que hay un crecimiento progresivo en la vida del creyente, negar esto es hacerle injusticia y subestimar la obra del Espíritu Santo en nuestros corazones y en última instancia es rebeldía ante la Palabra del Señor.
La Espada del Espíritu. La Palabra de Dios.
Aquí la referencia de la Palabra como espada del Espíritu está muy clara de acuerdo a los siguientes versículos bíblicos:
Flp 1:9 Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo,
1Ts 5:21 Examinadlo todo; retened lo bueno.
2Ti 3:14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Heb 4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Solo por medio de un conocimiento tangible y real de lo que es verdadero, al menos en la búsqueda de las verdades absolutas del Evangelio, podremos estar ejercitados para blandir con agilidad y firmeza la espada del Espíritu. Derrumbando todo tipo de argumentos, falsedades y herejías que se levanten contra el Evangelio ya una vez dado a los hombres por medio del Señor y los apóstoles.
Esta espada es para usarla de forma defensiva y preventiva, no es un arma de ataque como para nosotros ir agrediendo con ella, las respuestas sazonadas con la verdad de la Escritura hablan mejor que cualquier exposición retórica y elocuente que podamos hacer porque el poder de Dios reside o respalda su Palabra y no la nuestra.
Hagamos un breve resumen…
Efe 6:13 Por tanto, tomad “toda” la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Ahora entendiendo la frase de “Tomar” como una acción en concreta que es parte de nuestra tarea como cristianos y al mismo tiempo una actitud de prevención y preparación para el llamado que tenemos, se nos indica que esto es necesario para resistir en el día malo.
Preparados por Dios. “Instrucciones de Uso para la Batalla”. Preparación.-
¿Cuál es esta definición de resistencia? O ¿Cómo resistimos tomando la armadura?
La palabra griega para resistir es: Andsistemi y su significado bíblico es:
(Sabiduría, Testimonio e Integridad). Referencias: Luc 21:13, Hechos 6:10 y 1 Cor 10:13.
Por esto podemos decir que “Toda” la armadura de Dios, cuando decidimos tomarla para la batalla, nos preserva por medio de: a) La Sabiduría, b) El Testimonio y c) La Integridad.
Esto es muy diferente a la idea que tienen muchos un tanto mística y exageradamente espiritual. Para muchos el resistir implica una batalla literal con los demonios, pero cuando observamos a Cristo echando fuera los demonios, estos se le sujetaban, más no peleaban con Él.
El creyente puede resistir al enemigo y sus acechanzas, pero más en concreto debe el creyente resistir “El día malo”.
¿Qué es el día malo? y ¿En qué consiste esto?
Al menos las referencias bíblicas que tenemos respecto a esta frase que menciona varias veces en la Palabra tienen una relación muy fuerte con el tiempo:
Efesios 5:16 – Días son malos.
Eclesiastés 12:1 – Días malos.
Amos 6:3 – Dilatáis el día malo.
Lucas 8:13 – Tiempo de la Prueba.
Apocalipsis 3:10 – Hora de la Prueba.
Como podemos observar, son todos indicativos de un tiempo cronológico del cual somos partes mientras existamos en este lado de la línea del tiempo. De acuerdo a estas referencias bíblicas concluimos lo siguiente:
El día malo es una indicación simbólica al día en el cual experimentamos la prueba, el quebranto y la desolación.
Este día viene a nosotros porque debajo de la tierra existe una condición pecaminosa, caída e imperfecta, que incluso ha sido maldita a causa del hombre mismo.
Mientras en este mundo existan hombres no regenerados y sin cuerpos glorificados, nuestro rumbo va a ser contrario a Dios, contrario a sus leyes y designios, contrario a su creación. Así como Dios tiene una capacidad restauradora infinita, el hombre tiene una capacidad destructora infinita.
Si hermanos, aquí el trono y la gloria pertenece al Señor, no a los hombres.
El día malo para el creyente viene por implicaciones más providenciales que por consecuencias directas, puesto que el propósito final para el creyente es permanecer firme, mientras que para el no-cristiano el día malo es un día de sufrimiento y aflicción. El día malo para el creyente trae como bendición la meditación, reflexión y una fijación del creyente y dependencia total a las esperanzas y promesas de su Salvador, pero el incrédulo en el momento de la prueba y el día malo es como “El tamo que arrebata el viento”. Salmo 1.
Y precisamente se refiere en ocasiones a “Día”, “Hora” y “Tiempo”, porque es temporal. Esta hora, este momento y este día, son temporales, no son eternos, no tienen en sí mismo una continuidad perpetua, en cambio las bendiciones, promesas y esperanzas de gloria del cristiano son eternas porque residen en Cristo mismo y nosotros en Él. Amén.
Efe 6:13 Por tanto, tomad “toda” la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estar firmes…
La palabra griega para estar firmes es: Istemi y su significado bíblico es muy amplio, sin embargo rescataremos varias ideas:
Los creyentes están firmes en:
La justicia de Dios que es Cristo Jesús. Rom 5:2
Firmes en el servicio. 1 de Cor 15:58 y 1 de Cor 16:13
Firmes en la libertad con la cual Cristo nos libertó. Gal 5:1
Firmes en la unidad por un mismo Espíritu. Flp 1:27
Firmes en la Cruz y el Evangelio, Firmes rogando y orando. Col 1:23 y Col 4:12
Firmes orando y siendo consolados. 1 de Tes 3:8
Firmes reteniendo la doctrina que hemos aprendido. 2 Tes 2:15
Firmes en la Fe, siendo sobrios y velando. 1 de Ped 5:9
Efe 6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio,
La idea central que amarra o que se centraliza en esta imagen figurativa de la “Armadura de Dios”, es lo fundamental de la oración colectiva como iglesia. Pablo pedía a la Iglesia que oraran, que suplicaran en el Espíritu y que velaran por ello con perseverancia.
El propósito ultimo de esta intercesión en la lucha “espiritual” que tenemos no es la posesión de los tesoros y riquezas que el diablo nos quitó, no es la posesión de la salud y la juventud que por derecho merecemos por ser hijos de Dios, tampoco es la restitución de los bienes materiales y las riquezas terrenales, no, el propósito último por la cual se nos demanda y requiere diligencia en esta lucha y batalla es para predicar y proclamar el mensaje del Evangelio.
Leonard Ravenhill decía que en muchas congregaciones los hermanos estaban dispuestos a pagar mucho dinero para ir un día a la semana en específico, con una gran cantidad de horas para aprender clases de canto o de algún otro instrumento para cantar, pero que si a esos mismos hermanos se les ofrecía un pago para que viniesen a la iglesia a orar y a interceder por la iglesia y por ellos mismos y sus familiares entonces lo pensarían 2 veces.
Aplicaciones.
Efe 6:11 “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”.
Hemos sido vestidos con la mejor armadura jamás fabricada, tenemos la justicia de Cristo mismo como coraza y la verdad de la Esperanza que albergamos es más segura que cualquier otra invención humana debajo del cielo. En ella hemos sido ceñidos por el Señor. Nuestro calzado es perfecto porque Dios endereza nuestras veredas en sus propósitos y en su providencia divina, aun cuando en nuestro peregrinaje afrontemos tribulación y prueba, nuestro destino es aquél fijado por el Eterno.
Ahora debemos contestarnos: ¿Por qué aun somos intimidados por este mundo y sus trivialidades? ¿Por qué si sabemos que hemos sido vestidos por Dios, andamos como si estuviéramos desnudos por la vida? ¿Por qué si Dios mismo nos ha vestido con su armadura, nos acobardamos detrás de las líneas frontales que se van librando en la batalla contra el enemigo? ¿No es la armadura de Dios mejor que cualquier arma del diablo? Hay cristianos que viven escondiéndose del enemigo porque para ellos el diablo es más poderoso que Cristo, aún se le da más atención e interés a los demonios que a Dios mismo, es una vergüenza que un soldado con semejante armadura se esconda y se acobarde.
La misma armadura nos recuerda y hace eco de la garantía del Salvador, entonces ¿Cómo podríamos desistir y renegar de las ventajas que se nos han dado?.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Debemos tomar toda la armadura de Dios, no es solamente una parte, es toda la armadura de Dios.
La armadura en el vestido no lo podemos alterar ya que esto es algo que el Señor hacer en nosotros al vestirnos de su justicia, pero lo que nosotros si podemos hacer es dejar de lado las provisiones que el Señor nos ha entregado: El yelmo de salvación, el escudo de la fe y la espada del Espíritu. La pregunta es: ¿Hemos soltado la espada? ¿Qué paso con el escudo, dónde lo hemos dejado? ¿Acaso llevamos puestos el yelmo de la salvación?
Ya que el apóstol Pablo nos apunta a la alegoría del soldado, entonces demos un espacio a la imaginación y continuemos la alegoría para ver en que concluye…
¿Uds. se imaginarían un ejército de soldados sin espadas? Es un ejército defensivo, un ejército que no avanza y aunque cree que avanza solo defiende y ocupa lugares de forma temporal. La pregunta es: ¿Cómo impacta una nación un ejército sin espadas? Cuando claman avivamiento y restauración para la nación me pregunto: ¿Cómo va a lograr conquistar una nación un ejército sin espadas? Pues ellos no necesitan espadas, tienen tanta unción que van a comenzar a tirar piedras y con eso ganarán, absolutamente y rotundamente: NO! Si no hay centralidad en la Escritura entonces estamos despojados de espada y un ejército sin espada no puede hacer frente al enemigo.
¿Uds. se imaginarían un ejército de soldados sin escudos? Estos soldados son como los llamados furia céltica o vikinga, se lanzan al ataque y hacen masacres pero también ellos son masacrados, es casi como un ataque suicida. Como no existe una línea defensiva las muertes son masivas de bando y bando. El escudo de la Fe es necesario para no tener una estrategia de ataque bruta, el cristiano que no entiende la importancia del escudo de la fe y por tanto subestima las obras del diablo, está constantemente en estados de altos y bajos, subidas y caídas. Así mismo la idea de una iglesia que no percibe esta realidad está destinada a experimentar muchas alteraciones y muchos estados inconstantes.
¿Uds. se imaginarían un ejército de soldados sin yelmo? Cuando Uds. observan un yelmo, por lo general podemos ver que este tiene un material especial que cubre la cabeza de cualquier ataque que por ser esta zona delicada podría ser fatal, además que la visión es restringida solo hacia un ángulo: Adelante, y finalmente el yelmo posee un distintivo que lo marca y que da una señal sobre el reino o rey al cual pertenece el soldado. Así mismo nuestra mente cubierta y protegida con las esperanzas de salvación y haciendo memoria de esta realidad nos protege de un ataque mortal del enemigo al no poder despojarnos de nuestra seguridad en Cristo, el mismo ángulo de visión es importante porque como cristianos tenemos una meta y destino fijo al cual nos dirigimos, esto previene que nos desviemos, pero también la señal y marca es una indicación de que hemos sido sellados por el Espíritu para el Señor, y sus promesas no solo nos llevan a confiar sino también a dirigir nuestra obediencia racional, lógica y mental a su ley para que su voluntad sea reflejada en nuestros corazones. Un ejército sin yelmo o casco es un ejército que perece prontamente, sin avances considerables a largo plazo. El mismo hecho de tener un solo ángulo de visión nos lleva a la idea de la importancia en predicarnos a nosotros mismos el Evangelio. Si perdemos el Evangelio y al Señor Jesús que es nuestro Norte, podemos terminar luchando para las filas enemigas.
Para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
El llamado a resistir el día, la hora, el tiempo o el momento malo en nuestras vidas no es para que sea afrontado en nuestras fuerzas únicamente, el Señor ha prometido estar con nosotros en todo momento, pero es evidente que las reacciones serán tan variadas a como estemos preparados en la armadura que debemos de “Tomar”, no esperemos que vengan los días malos y difíciles para hacer uso de esta provisión de recursos que el Señor nos ha entregado por su gracia. Estamos seguros de que nada vendrá que no podamos afrontar por que el Señor nos sostiene, pero si nuestra vida está orientada en la piedad bíblica entonces podremos ser un reflejo vivo de la gloria de Dios manifestada en nuestras vidas para dar testimonio de su poder que nos sustenta.
Que vergonzoso sería para el creyente que llegara al cielo sin ningún tipo de cicatrices. L. Ravenhill.
Reflexión Teológica.
Cristo fue ejemplo de los padecimientos, aflicciones, luchas y tentaciones en su carne, aún como Hijo de Dios fue tentado en todo más sin pecado. Las fuerzas demoniacas en reiteradas ocasiones intentaron desviarlo de su propósito de cumplir la voluntad del Padre, sufrió el oprobio, menosprecio, rechazo y la batalla interna también de las fuerzas tentadoras de la carne. Él es nuestro ejemplo a seguir. Marcado por la crucifixión pero glorificado en su resurrección, el creyente no puede esperar menos que eso, bien sea en la prueba o en el momento de la alegría, siempre está dentro de nosotros esa sensación de seguridad anclada en las promesas que tenemos en el Señor y no en nuestras fuerzas.
El creyente genuino es débil en sí mismo para ser fuerte en Cristo. Necesitamos estar en una condición de total y plena debilidad para entonces depender constantemente en el Señor. En el momento que nosotros pensemos ser fuertes, Dios obrará en nuestras vidas para humillarnos y hacernos entender que sólo Él puede preservarnos para siempre.