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Image by Priscilla Du Preez

Efesios 6, - Parte 1

Autor: Apóstol Pablo

Este sermón expositivo ha sido desarrollado por el Ps. Christian Nartatez para la Iglesia Bíblica La Gracia - Punto Fijo, Estado Falcón - Venezuela.

Efesios 6, parte 1: Imagen

Una Relación de Vida

Ps. Christian Nartatez

Introducción.

Nosotros solo podemos vivir mediante relaciones, nos necesitamos unos a otros, mucho más cuanto necesitamos al Señor. Un experimento rudo y cruel fue desarrollado por el emperador Federico, quien reino y gobernó el Imperio Romano en el siglo 13. Él quería conocer el lenguaje natural del ser humano, saber si era el hebreo, griego o latín. Por lo tanto decidió aislar a varios bebes desde nacimiento aparte de las voces humanas. El argumentaba que si podía aislar a estos recién nacidos de cualquier tipo de lengua humana, eventualmente los niños comenzarían a hablar un lenguaje natural propio. Muchas enfermeras fueron traídas con un compromiso y juramento de silencio, y a pesar de que fue duro para ellas, se apegaron a la regla. Los bebes nunca escucharon una palabra, ningún sonido y ningún tipo de voz humana.

Finalmente a los meses de haber comenzado el experimento todos ellos murieron. Joe E. Trull.

Las relaciones humanas son un reflejo de la relación intra-trinitaria encontrada en el único Dios vivo. Nos anhelamos mutuamente y aunque un deseo de nosotros natural como seres humanos clama por un contacto real de aceptación y cariño, el deseo del alma regenerada trasciende por medio del Espíritu para focalizarse en las glorias del Salvador y sus incontables promesas. La fijación de un corazón que ama a Dios por gracia se extiende en sus pensamientos, meditaciones y reflexiones hacia la intensidad de su grandeza.

Sal 143:6  Extendí mis manos a ti, Mi alma a ti como la tierra sedienta.

Efesios 6:1-10-. “Una Relación de Vida”.

Desarrollo.

a) Relación Padres e Hijos.

Efe 6:1  Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. 


  • La obediencia.

Es importante destacar que esta carta que el apóstol Pablo escribió a los efesios en uno de sus propósitos principales tenía la intención de tocar la conciencia no solo de los hermanos en la iglesia de forma general, pero allí mismo se incluye la indicación y señalación específica hacia los padres:

“Hijos, obedeced en el Señor”. La frase que liga los componentes de la exhortación familiar y eclesiástica es: .


  • Escuchar con atención; por implicación prestar atención o conformarse a comando o autoridad: escuchar, obedecer.


¿Cómo entendía la obediencia el pueblo de Israel?


Deu 21:18  Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere; entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde viva; y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho. Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá. 


Vimos, por ejemplo, que una mujer llena del Espíritu, se someterá a su marido. Ahora aprendemos que los hijos llenos del Espíritu se someterán de corazón a sus padres. El deber fundamental de todos los hijos es obedecer a sus padres en el Señor. Que los hijos sean cristianos o que los padres sean cristianos no hace diferencia alguna. La relación padre-hijo fue ordenada para toda la humanidad, no sólo para los creyentes.

W. MacDonald.


  • La subordinación del hijo está ligada primeramente a su Padre antes que a una iglesia como estructura o congregación. (Hay sectas que dividen a las familias pretendiendo imponer un modelo de sujeción y lealtad ciega a una visión personal o colectiva antes que a la misma Palabra de Dios).

  • El hijo debe entender que mientras viva, esté o no bajo la tutela, guía y responsabilidad del Padre, debe someterse a su señorío para dar testimonio de la Fe y del Señor mismo.

  • El orden dentro de la vida dice y manifiesta mucho del compromiso que se tiene con el Señor y con su Palabra. Dios es un Dios de orden.

  • “Hijos, obedezcan a sus Padres”.

  • Jupakoúo: Mat 8:27  Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen? 

Mar 1:27  Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen? 


El término griego de obediencia que se usa para referirse a los hijos como obedeciendo a los padres es el mismo que aparece en estas dos referencias neo-testamentarias. Interesantemente, no está tan relacionado a una obediencia racional como a una obediencia incondicional, y esto es bastante lógico ya que la creación si bien está subordinada a la voluntad de Dios, no responde “analíticamente” o “racionalmente” como si tuviera personalidad por sí misma, sino que cuando el creador habla, esta responde de manera inmediata y absoluta.


En los jóvenes/Niños, las pasiones son como fuerzas inquebrantables e indetenibles que no se pueden apaciguar sino es por la convicción y determinación disciplinaria. En este sentido el llamado a obedecer a nuestros padres es en todo sentido determinante, aun calmando y dominando las pasiones internas y nuestras actitudes intemperantes.


2Ti 2:22  Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. 


Las razones por las cuales se les exhorta a los hijos a obedecer a sus Padres incluye:

  1. La voluntad perfecta de Dios. Esto es lo que Dios quiere.

  2. La responsabilidad innata en la Paternidad de los hombres directamente hacia Dios, ustedes lo entenderán cuando sean padres.

  3. Las promesas y bendiciones que encierra esta obediencia.

Efe 6:2  Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. 

Pablo aquí cita:

Deu 5:16  Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. 


El texto se intercala entre ambos cuando menciona Honra y Obediencia. Calvino en una ocasión dijo que la evidencia de nuestra honra hacia nuestros padres es la misma obediencia hacia ellos.

Pero de la misma manera se exhorta a los padres:

Efe 6:4  Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. 

  • Disciplina: (Padeia) Educación o entrenamiento; por implicación corrección disciplinaria: disciplina, instruir.

  • Obviamente se debe entender la idea clara acá: Educación, Instrucción, es decir; Inversión de Tiempo para instruir a los hijos y dirigirlos hacia el camino del Señor.

  • Amonestación en el Señor: (Noudsesia) llamar la atención, i.e. (por implicación) reprensión suave o advertencia: amonestación, amonestar.

  • Creo que la idea está clara acá también como en 1Co 10:11: Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Hermanos, nosotros solo podremos llegar hasta un punto, el Señor es el Padre por excelencia que no tiene por bastardo al que es hijo y por tanto lo disciplina, si hemos hecho nuestro trabajo de “Advertir”, y nuestros hijos no responden a la voz de advertencia ya solo debemos dejar que el Señor se encargue, y si hay algo que podemos estar seguros es que el Señor mismo se encargará. No es nuestro trabajo exasperar, atacando y maltratando a nuestros hijos, realmente por más que podamos levantar nuestra voz y exhortarles, solo Dios puede cambiar sus corazones.


b) Relación Siervos y Amos. Empleado y Patrón.

Efe 6:5  Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres.


c) Servicio de Corazón.


(Siervos/Empleado).

Dentro de la exhortación del apóstol hacia los siervos, existe un llamado de actuar conforme al corazón. El servicio dentro de una sociedad mercantilista, superficial y vana no tiene un propósito mayor que el de saciar y llenar nuestros bolsillos, pero cuando el creyente observa una oportunidad clara de glorificar a Cristo, está obligado no por leyes humanas o virtudes morales, sino más bien por su agradecimiento a representar a su Señor de la forma más sublime, excelsa y alta ante una sociedad indiferente y relajada.


  • La actitud de un servicio entregado de corazón hace la diferencia en un mundo de intereses y caprichos personales y particulares. Es tan raro hoy en día personas dispuestas a entregar un trabajo de calidad tan solo por el hecho de buscar la excelencia o dar testimonio de tener pasión por el Señor Jesucristo en lo que se hace en la vida cotidiana.

  • Entendiendo el contexto del esclavo, sujeto por ley al maestro, se debe entender que si bien sería injusto que un hombre se hiciera del poder y la autoridad de la vida sobre otro, no es una idea que se escapa al apóstol que inspirado por el Espíritu Santo, luego replica a los mismos amos sobre la responsabilidad que tienen y las cuentas que darán delante del amo supremo y Señor de Señores.


…con temor y temblor

La frase se alude tres veces más aparte de esta en el Nuevo Testamento;

  • Ocuparnos: Flp 2:12

  • Escuchar y Atender: 1 Cor 2:3

  • Aceptar y Recibir: (Tito). 2 Cor 7:15


La idea conectada de la frase y sus elementos vinculantes nos revela que ciertamente muchos de los problemas que los siervos/empleados tenían/tienen estaba en como ellos asimilaban la realidad de su condición actual.


Primero: Ocuparnos.

El trabajo no trae deshonra y mucho menos vergüenza o afrenta, todo lo contrario, nos moldea y nos ayuda a contribuir con la sociedad, proveer alimentos para la mesa y también aprender a comportarnos correctamente bajo sujeción. No hay mejor taller para el diablo que una mente y condición de constante ociosidad.


Segundo: Escuchar y Atender.

Cada siervo tiene un amo, y en este caso el empleador tiene un patrón u empleado que está por encima y que le demanda una tarea en particular. Nuestro trabajo consiste en atender, comprender y responder a ese llamado, la idea está conectada a la palabra de como por temor y temblor Pablo no se atrevía a predicar otra cosa que el mensaje de la Cruz de Cristo y esto con el propósito de que la gente escuchara y tomara una actitud en consecuencia del mensaje. Por lo tanto es nuestro deber que respondamos diligentemente cuando escuchamos y comprendemos la tarea demandada por nuestros patrones.


Tercero: Aceptar y Recibir.

Yo lo catalogaría más bien como asimilación. Muchos empleados o siervos luchan constantemente con una apatía e indiferencia de asistir al trabajo regularmente y de hacer las cosas que se le demandan, no porque sean difíciles o mucho menos injustas, sino porque no han aceptado que tienen una condición de sujeción y de subordinación a uno que está más alto y por encima y que finalmente debe demandar respuestas y exigir las operaciones/trabajos de tareas consignadas. Otros viven una ilusión pensando siempre en el trabajo de sus sueños, desenfocados y divagando entre corrientes de supuestos “si pudiese ser”, pero sin una decisión firme en lo que harán. El peor de los casos es el del que se resigna a la autoridad y en vez de abrazarla o recibirla diligentemente, se mantiene en una postura de rechazo, de indiferencia y de sublevación directa o indirectamente.

  

  1. Dirigiendo con el Corazón.

Efe 6:9  Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas. 


  • En el contexto del esclavo y del amo, el apóstol Pablo no tiene ningún problema en demandar una obediencia incondicional, completa y total hacía los amos, precisamente porque él mismo se encargaría de exhortarlos luego.

La idea de la frase “haced con ellos lo mismo”, implica traer al terreno del siervo/empleado al mismo amo para que por medio de 1) La sujeción al Señor y su Palabra y 2) La empatía, pueda operar y dirigir prudente y sabiamente: “Dejando las amenazas”. Aunque es importante destacar acá que en el contexto del primer siglo, las amenazas se refieren al maltrato, abuso y los castigos corporales a los cuales eran sometidos los esclavos de aquél entonces.

Actualmente ningún cristiano en calidad de empleado debe usar este pasaje para exigir o demandar que nunca se le pueda despedir, amonestar o imputar cualquier acusación por causa de su propia pereza, negligencia o faltas en su trabajo.

El contexto es claro en la aplicación sobre la relación esclavo y amo pero que en este caso estamos proyectando al empleado y empleador.


  • El mandamiento es para el siervo y para el amo. “El Señor de ellos y vuestro está en los cielos”. Si bien el cristianismo era en el primer siglo bastante vulnerable dentro de la cultura social de entonces, si existían principios religiosos en dónde se expresaba la realidad de una deidad superior a la cual todos nos sujetamos indiferentemente de nuestros derechos y privilegios. El apóstol apela al modo cultural de este pensamiento para toda la humanidad, haciendo a la referencia de que toda autoridad desciende desde lo alto. Esta autoridad conlleva una mayor responsabilidad no solo ante los hombres pero delante del Dios vivo.

  • “Para Él, no hay acepción de personas”.

Ahora se le habla en el leguaje autoritativo y el mismo idioma que los amos manejaban para entonces y hasta el día de hoy: “Subordinación, Jerarquía y Autoridad Superior”. Este Dios está en los cielos y por tanto gobierna toda la creación, incluyendo a los hombres y sus organizaciones, instituciones y jerarquías. El hombre que tiene bajo su autoridad a otros hombres, entiende que él mismo es solo un canal para que la autoridad suprema y divina se ejerza libre y fluidamente sobre él como instrumento, o al menos esto es lo que un amo/empleador cristiano, debe entender.


Relación Abierta de Servicio.

Efe 6:8  sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre.  Efe 6:10  Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 


Sabiendo que el bien que cada uno hiciere…

El apóstol Pablo ahora dirige su atención a la audiencia general para exhortarles a “Hacer el bien”, entendiendo que esto es algo de “Todos”:


¿Qué necesitas para hacer el bien? ¿Qué necesitamos?

  • Sea que seamos esclavos, sea que seamos libres, estamos llamados a hacer el bien.

  • Este bien está ligado a una recompensa por parte de Dios, el apóstol liga de nuevo la idea del mandamiento con promesa en alguna forma tal vez recordando este texto:

Isa 3:11  ¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado. Y el contraste en: Pro 11:18  El impío hace obra falsa;

Más el que siembra justicia tendrá galardón firme. 


Por lo demás hermanos míos…

Particula sive formula concludendi et ut ad rem magnam excitandi…

Es decir:

Finalmente concluimos…


Que:

Fortaleceos:  Endunamo en el griego. (Cristo). “Somos Fortalecidos”.

  • Cristo nos fortalece. 1 Tim 1:12

  • Cristo nos fotalece. Flp 4:13

  • El Señor que nos da las fuerzas. 2 Tim 4:17

Poder: Kratos en el griego. Doxologías. (Gloria). “Somos Glorificados”.

  • Doxología en 1 de Tim 6:16

  • Doxología en 1 de Ped 4:11

  • Doxología en Jud 1:25

  • Doxología en Apo 1:6


Fuerza: Isjus en el griego. Raíz. (Sustento). “Somos Sustentados”.

  • 2 de Tes 1:9

Los cuales sufrirán pena de eterna perdición, de la presencia del Señor y de  2Ts 1:12  para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, , por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo. 


Me atrevería personalmente a traducir la frase de acuerdo al contexto de las palabras desde: fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.

A/Como:

“Cristo nos fortalece por medio de su propia gloria en la cual somos sustentados”.


La Gloria, Poder y Fortaleza de Cristo se convierte en nuestra fortaleza y poder, sólo en Él, somos fortalecidos. Ellicott – Lange.

                                                                    

Aplicaciones.

Relación Padres e Hijos.

  • ¿Cuál va a ser nuestra respuesta y veredicto con respecto a esta relación paternal-filial?

Entendiéndolo desde la perspectiva del Hijo, no podemos negar que quien mejor representa la sujeción de un hijo a su padre es la misma persona del Señor Jesucristo:

Jua 4:34  Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. 


Los jóvenes no quieren doctrina, quieren a Jesús, dijo en una ocasión un famoso falso predicador. La pregunta es, ¿Cuál es ese Jesús? Pues el Jesús que encontramos en la Palabra nos confronta con estas exhortaciones:


Mar 7:9  Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre,


  • Hijos, además de tener una doctrina correcta, un entendimiento claro del Evangelio y arrepentirse de sus pecados, nosotros debemos “Honrar a nuestros Padres”, todo el que ha nacido de nuevo debe entender y aplicar el mandamiento a su corazón.


Los Padres:

Instruyan a sus hijos, dediquen su tiempo y disposición para trabajar en el llamado que Dios hace a todos los padres:   Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 


¿Cómo estás instruyendo a tus hijos? ¿Lo estás haciendo?


Características de las generaciones Y y iY (1984 – 1995) que son importantes o muy relevantes para ser destacadas:

  • Esperan resultados fáciles y rápidos.

  • En muchas ocasiones por ser el foco primario de los padres, no pueden enfrentarse a la realidad.

  • Muchas veces carecen de valores absolutos.

  • Luchan con el compromiso a largo plazo.

  • Ellos pueden sentirse deprimidos cuando realmente no lo están.

  • Tienen una fuerte tendencia idealista de cambiar el mundo pero lo anticipan como algo a corto plazo y fácil de producir.


¿Acaso no nos vemos reflejados en alguna forma en este tipo de generación?


El tema no es la época en la que podamos nacer, ya que esto es algo que con el paso del tiempo va a ir evolucionando y cambiando, o como nosotros percibimos nuestro entorno y lo interpretamos de acuerdo a la Palabra, esto es buscar ser relevante dentro un contexto social, más sin embargo debemos entender que hay algo que no cambia, que nunca se contradice, que permanece firme e inmutable, que no pierde vigencia, que no se degrada y mucho menos se opaca, no puede ser refutada, no puede ser omitida y su veredicto es final, esto es la bendita y santa:

“Palabra de Dios”.


Martin Lutero decía: Retén la vara y echa a perder el niño.


Si nosotros como padres, no corregimos e instruimos a nuestros hijos y niños, el mundo y satanás se encargará de hacerlo mediante el entorno secular que les rodea.


Relación Siervo/Amo.

  • ¿Trabajaremos por cumplir nuestra cuota y regresar a casa con una bolsa de comida? ¿O verdaderamente lo haremos para Glorificar al Señor? ¿Dejaremos en claro en nuestro contexto laboral que le pertenecemos a un Señor y Rey que nos ha instruido en una forma de conducirnos como sus hijos?

  • ¿Seremos unos siervos desagradecidos, rebeldes, pretenciosos y conflictivos? O ¿Mostraremos el carácter de Cristo? Ahí dónde también somos cristianos, en nuestro entorno laboral, porque no es que nos quitamos el atuendo de cristiano y lo dejamos en la casa cuando nos vamos a nuestras labores.


El siervo debe servir con el corazón:

  • Ocupándonos

  • Atendiendo

  • Recibiendo


En una ocasión un gerente de una tienda, observando a un mapa de representativos de cada trabajador en su área designada, tuvo que tratar con la negligencia e irresponsabilidad de uno de sus subordinados quién se sentía con el derecho de no ser despedido por causa de ser parte de la misma iglesia en dónde su supervisor se congregaba. Compartiendo con ese trabajador el gerente tomo el alfiler con el color y nombre del empleado y mirándolo le dijo: “Wilson no te voy a despedir, pero aflojare un poco el alfiler para que entiendas la circunstancia insegura de tu situación laboral”.


  • Nuestra obediencia a un amo/empleador físico y terrenal debe siempre estar dirigida al Amo y Maestro de todos: Jesucristo. Nunca las tareas de un amo deben interferir con los mandamientos bíblicos a los cuales el Espíritu Santo y nuestra conciencia comprometida a la Palabra nos hacen obedecer y sujetarnos.


El Amo debe dirigir con amor:

  • Reconociendo que hay uno mayor que está por encima de Él y a quién pertenece toda autoridad sobre: La vida terrenal y vida eterna.

  • Reconociendo que el amo Supremo de los Cielos, es el Señor quién gobierna y tiene potestad sobre:

Familia, Salud, Provisión, Protección y todas las demás cosas.


Relación Abierta e Invitación a Servir.

  • ¿Qué necesitamos para hacer el bien? El Señor ha prometido recompensa a los que bien hacen, ahora, ¿qué más necesitamos? ¿No es suficiente acaso todo lo que el Señor ha hecho por nosotros y que a pesar de esto promete recompensas y aún nosotros no lo hacemos?

  • ¿Eres siervo? Has el bien. ¿Eres libre? Has el bien.

  • Lo único que necesitas, o más bien, a quien solo necesitas es a Cristo:


Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza…

“Cristo nos fortalece por medio de su propia gloria en la cual somos sustentados”.


La Gloria, Poder y Fortaleza de Cristo se convierte en nuestra fortaleza y poder, sólo en Él, somos fortalecidos. Ellicott – Lange.


Reflexión Teológica.


Efe 6:1  Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. 

Efe 6:10  Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 


  • La Relación Perfecta. (Adopción mediante la obediencia perfecta del Hijo).

¿Con que testimonio instruimos a nuestros niños si nosotros mismos no somos instruidos como hijos adoptados del Padre celestial?

Jua 6:38  Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 

  • La Autoridad Perfecta. (La autoridad del Padre que ha sido entregada al Hijo gobierna sobre todas las autoridades terrenales). ¿Con que autoridad espiritual demandamos y exigimos en los entornos laborales si nosotros mismos no nos sometemos a la autoridad del Señor?

Efe 1:20  la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 

  • La Gloria y Fortaleza Perfecta. (Cristo en nosotros es fortaleza para perseverar, para sustentarnos y para guardarnos hasta el final). ¿Con que somos fortalecidos en nuestra vida cristiana? ¿Usamos medios y estrategias carnales para sobreponernos a los obstáculos que se nos presentan? ¿Vamos a Cristo para que nos ayude en la tentación? ¿O somos meros espectadores del poder que la Cruz ejerce en otros para dependencia mientras que nos limitamos a depender de nuestras propias fuerzas?

Flp 4:13  Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. 

2Co 12:10  Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. 

Isa 40:29  El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 

Porque es única y exclusivamente en el Señor Jesucristo que nosotros podremos encontrar la:

  • Relación Perfecta

  • Autoridad Perfecta

  • Gloria y Fortaleza Perfecta

A la cual por fe y por obediencia nos sometemos y nos subordinamos.

Sin una relación con Cristo, seremos como esos bebes con quienes experimentaron, moriremos irremisiblemente, sin una relación viva y real con Jesús, no podremos sobrevivir.

“Cristo nos fortalece por medio de su propia gloria en la cual somos sustentados”.

Efesios 6, parte 1: Texto
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