Introducción.

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William Temple dijo en una ocasión: La Iglesia de Cristo es la única entidad humana y sociedad cooperativa que existe en el mundo no solo para beneficio de sus miembros sino también para los que no lo son.

Cuando se construyó para una exposición internacional en el siglo pasado, la estructura fue calificada de monstruosa por los ciudadanos de la ciudad, que exigieron que se demoliera tan pronto como terminara la exposición.

Sin embargo, desde el momento en que su arquitecto lo concibió por primera vez, se enorgulleció de él y lo defendió lealmente de aquellos que deseaban destruirlo. Sabía que estaba destinado a la grandeza. Hoy es una de las maravillas arquitectónicas del mundo moderno y se erige como el principal punto de referencia de París, Francia. El arquitecto, por supuesto, fue Alexandre Gustave Eiffel. Su famosa torre fue construida en 1889. De la misma manera, nos llama la atención la lealtad de Jesús a otra estructura, la iglesia, que confió a un grupo insólito de discípulos, a quienes defendió, oró y preparó para difundir el Evangelio. Para los extraños, ellos (y nosotros) debemos parecer unos torpes incapaces. Pero Jesús, el arquitecto de la iglesia, sabe que esta estructura está destinada a la grandeza cuando regrese.

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John Berstecher.

Desarrollo.

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a) ¿Cuál es el fin de la Iglesia?

Ser presentada, no al mundo, pero a Cristo.

b) ¿Cuál es esta Iglesia?

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Es una Iglesia Gloriosa.

Es una Iglesia “Endodoxa”.

Endodoxa en el Griego: Tenida en honor, de elevada reputación, de honra proveniente no de ella misma sino de quien la despoja y de quien toma nombre: Jesucristo.

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La Gloria de esta Iglesia no es su gloria propia, es la Gloria de Cristo Jesús.

c) ¿Cuál es  la imagen de esta Iglesia? Lo que no refleja.

Ella no tiene/sostiene:

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La Mancha: spílos en el grigo: Defecto, impureza…

En relación a la comunión con el Santo. Levítico 13 y 14.

Levítico 13. “La Lepra”.

El trato que el Señor tenía con el pueblo de Israel en Levítico, nos revela como su santidad debía ser reverenciada y sobre todo temida (Nadad y Abiú). Para que el pueblo pudiera tener acceso a la presencia santa del Señor, debía estar en un estado de pureza. Esta pureza se podía trazar en la forma en como el pueblo se relacionaba con cosas que reflejaban muerte, lo contrario a vida, es por esto que las leyes de la pureza que tienen que ver con leyes sanitarias, fueren requeridas por parte del Señor. El estado de impureza, normal y temporal (Contacto con fluidos reproductivos, muerte o enfermedades como la lepra) debía ser seriamente tratado antes de que se pudiera tener un contacto con la deidad.

Levítico 13 en su sección sobre el ritual de impurezas nos recuerda:

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• La iglesia atraviesa un periodo o proceso de santificación en el cual es imposible que quede en un estado puro o perfecto.

• Los pecados que pueden marcar al pueblo de Dios y su incapacidad de alcanzar una pureza plena nos recuerda en como el pueblo de Israel en su peregrinaje fue siendo trabajado de acuerdo a las leyes de su Creador.

• El pueblo de la Iglesia de Cristo no es perfecto ni puro plenamente, pero con cada día que pasa, más se acerca a su culminación.

• El Hombre natural no ve a la Iglesia de Cristo. Esto esta velado para sus ojos no espirituales.

• El Hombre espiritual y creyente puede ver la Iglesia de Cristo, más también observa la manifestación del pecado en las divisiones, segregaciones, falencias e imperfecciones.

• El Señor observa la Iglesia, no en su estado actual sino en virtud de la operación que está llevando a cabo en ella por medio del Espíritu Santo.

Muchos cristianos siguiendo la corriente de los encratitas, quienes se han apartado de la iglesia y por su orgullo de ser superiores a otros cristianos que ellos mismos califican de “Hipócritas”, se han alienado y perdido la comunión con el Señor por medio de su cuerpo. Estos se atomizaron aislándose de la iglesia que es una.

En la iglesia vamos a observar como Dios trata con nuestra naturaleza caída y a medida que lo haga podremos herir a otros, por esto nuestros ojos deben estar fijados solo en Jesús. Una ilustración sobre aquello que constituye a la iglesia de hoy, en relación a los que profesan un cristianismo sin vivirlo y los que han nacido de nuevo se puede observar en esta ilustración:

Un día, tres pastores se reunieron para tomar un café y descubrieron que todas sus iglesias tenían problemas de infestación de murciélagos. "Me enojé tanto", dijo uno, "tomé una escopeta y les disparé. Hizo agujeros en el techo, pero no les hizo nada a los murciélagos". "Intenté atraparlos vivos", dijo el segundo. "Luego conduje 50 millas antes de soltarlos, pero me ganaron de regreso a la iglesia". "No he tenido más problemas", dijo el tercero. "¿Qué hiciste?" preguntaron los demás, asombrados. "Simplemente los bauticé y los confirmé", respondió. Finalmente añadió: "No los he visto desde entonces".

La Arruga.

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Jrutis en el griego: la arruga es considerada en ciertas culturas como un símbolo de experiencia y conocimiento. En otras es un símbolo de degeneración, envejecimiento y de incomodidad al revelar la antigüedad de las personas.

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• El apóstol pablo no considera la arruga en este apartado como una manifestación de belleza exterior, más trata directamente con la arruga interna, aquella que se hace patente mediante el sufrimiento, la aflicción y los padecimientos.

• La arruga a la cual se refiere el apóstol Pablo es a la que mora en nosotros por causa de 1) Nuestros pecados 2) Las aflicciones de la vida y 3) La degeneración de nuestras fuerzas.

• Las arrugas son también un símbolo de torpeza, de falta de lucidez y de vigor en aquellos que se acercan a la partida de este mundo. Así como el niño nace totalmente vulnerable y sin ningún tipo de protección innata más allá que sus propios padres, el hombre se va degenerando de tal manera que vuelve a quedar en un estado de vulnerabilidad y cuyo sostén viene enteramente de parte de Dios.

• Las luchas internas, fracturaciones, divisiones, aflicciones y padecimientos cavan en el alma del hombre marcas profundas que sellan momentos y eventos especiales en dónde podemos meditar en la vida que trasciende, la vida eterna.

Estos hombres experimentaron las marcas de la lucha en la tribulación, aflicción y padecimientos de la vida para determinar abrazarlas como una oportunidad de ser redimidos por el gozo de disfrutar la benevolencia eterna que no se restringe o limita a un cuerpo imperfecto y pecaminoso, pero se eleva por encima de la consciencia humana. (Job, Jacob, Timoteo, Pablo, Epafrodito, Esteban, Pedro, entre otros).

¿Cuál es la imagen de esta Iglesia? Lo que verdaderamente refleja.

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Una iglesia Santa. (Hagios: Griego para santidad).

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En el pasado, el amor de Dios se manifestó en nuestra redención. En el presente, se ve en nuestra santificación. En el futuro se exhibirá en nuestra glorificación.

La gloria de la Iglesia es la gloria de Jesucristo en la Cruz del Calvario.

Nuestra santidad es “Posicional”, no meritoria.

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El Señor no nos ve como nosotros nos vemos, más bien lo hace en virtud de lo que Él mismo está haciendo con nosotros.

La iglesia visible contiene ahora limpios y no limpios juntos, como el arca de Noé; o como la sala de bodas en la que algunos estaban vestidos de bodas y otros no. (Mat_22:10-14; comp. 2Ti_2:20); o como son juntados en la misma red peces buenos y peces malos, porque la red no puede discernir a los malos de entre los buenos, y los pescadores no pueden saber qué clase de peces han juntado las redes bajo las ondas. Sin embargo, se llama “santa” a la iglesia con referencia a su destino ideal y final. Cuando se presente el Esposo, la esposa le será presentada del todo sin mancha, pues lo malo habrá sido quitado del cuerpo para siempre.

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Notas tomadas del Comentario de JFB.

Una Iglesia sin Mancha. (Anomos: Griego para “sin mancha”).

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La iglesia ahora se manifiesta no solamente en una transición de santificación pero también en un estado de gozo, libertad y regocijo por lo que Cristo hizo en la cruz.

En el griego, esta palabra: Anomos, es más frecuentemente utilizada para referirse a un estado “Sin Culpa”. La idea y diferencias entre las dos palabras: Spilos y Anomos, respecto a la “Mancha”, Nos refleja la idea importante de entender que la Iglesia no es acusada ni condenada, todo lo contrario, es llamada a estar confiada: Anomos (sin culpa, vergüenza).

¿Quién es la Iglesia?

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La Acrópolis, la base o fundación estructural en dónde descansa esta premisa de quién realmente es “La Iglesia”, la encontramos en:

Efe 5:25  …así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 

Sobre la base de que Cristo murió y se entregó por amor, voluntariamente, y haciendo eco a través de ello nos encontramos con el llamado:

¿Por quién murió Cristo?

¿A quiénes rescató y salvó?

• Cristo se entregó y murió por nosotros, por ti, por mí. Por cada uno de los que estamos acá. Entonces, ¿Por qué preguntamos: Quién es la iglesia? Somos nosotros la iglesia.

• La iglesia no es una institución, tampoco una organización, la iglesia es un pueblo adquirido por precio de sangre.

• La iglesia no es teológicamente correcta, pero perfectamente consciente de lo que Cristo hizo por ella: Apo 7:9  Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. 

• La iglesia se une en base de ser conscientes de lo que Cristo hizo en la cruz, amando y entregando la vida por ella.

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¿Cuál es el fin de esta iglesia?

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Ser presentada como novia ataviada para su marido: el Señor Jesucristo. En una ocasión escuché decir que Dios tenía que mostrar a los hombres que sus juicios eran verdaderos. “Los Juicios de Dios” siempre son verdaderos, creámoslo nosotros o no. Dios no tiene que darle cuentas a nadie.

• La Iglesia es levantada, edificada y sostenida por el mayor arquitecto que el universo haya conocido:

Mat 16:18  Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 

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• La iglesia sólo puede ser presentada y entregada perfecta por que Cristo es que la sostiene y edifica. Sin Cristo las iglesias enferman, se corroen y finalmente mueren espiritualmente. Cristo debe ser la centralidad ya que ella existe con el fin y propósito último de unirse a Él.

• La iglesia es un pueblo cuyo moldeado se lleva a cabo de es una estructura: Mundeformis a una Deiformis, es decir, de una forma hecha conforme al modelo del mundo, a una cuyo modelo es Dios. Sed santos como Yo soy santo, dice el Señor.

¿Cuál es esta iglesia?

Esta iglesia es la novia y amada de Jesús. Ella es el enfoque y el propósito de todas las cosas que ocurren en la tierra. El mundo opera contra ella pero Dios la guarda y la protege. No hay mayor lugar, ocasión y espacio para servir al Dios Altísimo sino es través de su amada iglesia.

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Luc 10:2  Y les decía: La mies a la verdad es mucha, más los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. 

1Co 15:58  Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. 

Firmes e inamovibles estaremos en la centralidad de la Persona de Jesucristo. Esforzándonos, orando, intercediendo y obrando por la expansión del reino en la labor del amor y de la Fe. Seamos diligentes en esta labor. El trabajo es nuestro respecto al ejercicio del mismo pero de acuerdo a su origen pertenece al Señor. Berlend Bibel.

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¿Cuál es la Imagen de la Iglesia de Cristo?

• Lo que la Iglesia no refleja:

• Mancha: Spilos: Esta iglesia es inmaculada, santa y pura, no porque mis ojos lo puedan ver, sino porque la Palabra me lo confirma, y también su Palabra me dice que es Cristo mismo el que está obrando en ella, limpiándola, regenerándola con cada día que pasa y sosteniéndola con firmeza.

• Arruga: Jrutis: También tengo que decir que esta iglesia no es como las instituciones y los pueblos o las naciones que se destruyen o mueren en el tiempo, culturas milenarias como la japonesa, china o maya e inca, son observadas, estudiadas y admiradas, pero los cristianos están reuniéndose alrededor del mundo, cantando y adorando al Señor, todavía levantan las manos y todavía predican a Cristo, 2000 años después. ¿Por qué? Porque ella no se va degenerando en el tiempo, más bien se va rejuveneciendo: El tiempo no puede tocar a La Iglesia. La iglesia no es afectada por la dimensión temporal del tiempo,  porque es el Creador y sobre la base de su declaración: “Yo mismo edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”, que la iglesia es construida.

• Muchos anti-cristianos con respecto a la Iglesia; han anunciado su muerte, preparado el féretro, organizado el acto fúnebre pero todavía no se ha encontrado el cadáver.

• Lo que la Iglesia sí refleja:

• Santa: Hagios: Esta iglesia refleja la santidad de Dios, no en relación a sus acciones, sino en base a su Santificador que es el mismo Jesús por medio del Espíritu Santo. Pero es evidente que una iglesia santificada tiene una relevancia en la sociedad, no por aceptación sino más bien por el rechazo del mundo hacía ella: Vosotros sois la sal… la sal no es lo que la gente le provoca sino más bien lo que se escupe cuando es tomado en demasía. C. Spurgeon. Luc 21:17  y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. 

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La santificación de la Iglesia es perfecta por que pertenece al Señor Jesús:

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1Pe 1:18  sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios. 

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• Mancha: Anomos: Esta iglesia es una iglesia gozosa, a pesar de padecer tribulación, sufrimientos y aflicciones, porque su conciencia está fijada en la eternidad y por tanto el dolor temporal y circunstancias temporales no la definen. No hay culpa, ni vergüenza, no hay lejanía ni obstrucción, hay relación adoptiva, seguridad y confianza, porque no dependemos de nuestras obras sino de quién obró perfectamente: Jesús.

¿Quién es la Iglesia?

La iglesia es un grupo y raro, extraño ante los ojos del mundo, capaz y si la iglesia fuera un club social y nosotros pudiéramos pagar para hacernos parte y miembros de ese club, lo más probable es que no lo hiciéramos, ni remotamente. Pero no es por nosotros que la iglesia existe, es porque Cristo actúa en ti y en mí para identificarnos juntos y para que seamos de un mismo sentir. Es por la operación del Espíritu Santo que la iglesia subsiste en todos nosotros.

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S. Perez Millos.

Amados hermanos:

• La Iglesia no es un cartel en una pared, la iglesia somos nosotros.

• La Iglesia no es un local o un lugar específico, somos todos reunidos en el nombre de Jesús.

• La Iglesia no es una organización caritativa, la iglesia es un pueblo consciente de su maldad y de la obra de redención que adquirió por Cristo Jesús.

• La Iglesia no es una entidad familiar o social que funciona para erradicar todos los males que existen en este mundo, ella más bien opera en la predicación del Evangelio, dando testimonio y proclamando la venida del Señor Jesús y la salvación “de este mundo perverso”.

• La iglesia no es el predicador, o los pastores, tampoco es el evangelista o los maestros, la iglesia somos todos nosotros juntos, reunidos aquí y ahora en Jesús.

Mat 16:18  Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 

1Co 3:9  Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y  

1Pe 2:5  vosotros también, , para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. 

¿Ha Dios terminado su obra en la Iglesia?

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Naturalmente que no. Dios sigue operando y construyendo su Iglesia, para que esta vaya siendo edificada, creciendo en santidad, creciendo en amor y en su Palabra. Nuestros ojos no podrán ver lo que Dios ve, pero el testimonio del arquitecto es este  a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella. 

Por lo tanto: La mejor iglesia no es la iglesia del pasado, y la mejor iglesia tampoco es la iglesia del presente. Pero la mejor Iglesia es la Iglesia que viene y que el Señor presentará en Gloria a Cristo Jesús.

Reflexión Teológica

Dios es el original, Cristo la imagen expresa del Padre, y el ejemplo de su pueblo, el cristiano la semejanza y copia. Así como la imitación de Dios no puede ser absoluta, sino que debe limitarse al amor amoroso, al amor perdonador, así la imitación de Cristo no puede orientarse a los sufrimientos expiatorios, sino sólo al amor abnegado por el prójimo, agradable a Dios. Notas de JP Lange.

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Porque evidentemente ninguno de nosotros estará jamás a la altura de Cristo, pero en nuestro amor por Él deberíamos anhelar el caminar y andar como Él anduvo, y esta es la esencia cristiana de vida.

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Así ocurre en toda la vida de la sociedad humana: el niño vive del sacrificio de la madre, y aquel por quien nadie sufre es un miserable. Así también nosotros debemos vivir para los demás y sufrir en su lugar (sufriendo el agravio); aunque no podemos hacer expiación porque entendemos que la obra expiatoria de Cristo y propiciatoria es definitiva, aún podemos vivir y amar abnegadamente en la fuerza que se nos imparte para ser ofrendas y sacrificios vivos para la Gloria de Él. Notas de JP Lange con Ediciones propias.

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Rieger dice:—La instrucción moral de los Apóstoles se deduce en todas partes de la médula del evangelio, y no puede ser puesta en práctica por nadie que no permanezca en este evangelio de paz. Es el carácter del amor, imitar como se pueda al Amado.

Es el carácter del Evangelio el hecho de ser imitadores de Cristo, entregando la vida por amor a aquél que lo entregó todo por nosotros en la Cruz del Calvario nos constriñe y nos debe mover en dirección y con presión a vivir entregándonos por Él y para Él.

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Gerlach dice:—La ofrenda de acción de gracias que Cristo trajo por nosotros, para que nosotros también podamos ofrecernos ahora a Dios; la ofrenda por el pecado, que no necesitamos sufrir el mismo castigo.

Porque evidentemente por un solo sacrificio nos hizo perfectos delante del Padre para siempre, y en esta mediación sacerdotal que Cristo hace se deviene y deriva nuestro sacerdocio ante el Padre para ser luz y sal de la tierra, impartiendo la enseñanza del Evangelio y llamando a los pecadores al arrepentimiento y al reino de su amado Hijo.

Tu devoción, entrega y sacrificio por el Señor en el contexto de la Iglesia, siempre estará a vinculado a cuan profundamente entiendas lo que representa la Iglesia para nuestro Señor Jesús. No podemos amar a quién no conocemos, y no podemos conocer a quién no amamos con todo nuestro ser, por lo tanto, al que amo, es decir a Jesús, lo procuraré conocer con todo mi ser, y luego que lo vaya conociendo, entenderé a quién mi Maestro ama, para volver mi corazón en amor a su Iglesia la cual es su cuerpo.