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Efesios 4

Autor: Apóstol Pablo

Este sermón expositivo ha sido desarrollado por el Ps. Christian Nartatez para la Iglesia Bíblica La Gracia - Punto Fijo, Estado Falcón - Venezuela.

Efesios 4: Imagen

La Caminata en la Vida Cristiana

Ps. Christian Nartatez

En esta sección, el apóstol exhorta a guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, definiéndose ésta como la debida relación entre las personas; pero, ¿cómo ha de ser esta interrelación?, ¿con qué elementos debemos contar para que exista un trato adecuado y orientado hacia el mismo fin?  Ahondemos un poco en el texto bíblico en cuestión:

Efe 4:1  Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,  con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 

Se presenta una rogativa en la cual nuestro andar deber ser digno…. Esto indefectiblemente alude a la caminata cristiana, al peregrinaje que solo termina en gloria con Cristo en la eternidad, es interesante notar que cada caminata tiene varias etapas, desafíos, lugares de descanso y también momentos de duda y de extravío, pero el Señor en su soberanía utiliza todas estas cosas con el fin de glorificarse en nuestras vidas.

J.I. Packer tenía una forma de ilustrarlo cuando decía que si nosotros camináramos tranquilos, confiados y seguros en medio de un día agradable en el parque, y alguien extendiera la mano para ayudarnos, nosotros la rechazaríamos, bien sea por desconfianza, inseguridad o indiferencia; pero lo mismo no sucedería si nos encontráramos en un lugar totalmente desconocido para nosotros, con una tormenta y tempestad ceñida en oscuridad y con absolutamente nada en que apoyarnos, en este caso   nos abrazáramos al brazo de alguien que se extiende para apoyarnos. En nuestro peregrinaje a la eternidad, Dios permite que deambulemos en ocasiones a través de sombras de muerte como dice el salmo para revelarnos que Él está con nosotros y que ha extendido su mano para que confiemos en Él.

Ahora bien, este viaje ha de ser realizado en acompañamiento, como ha sido mencionado al principio, cumpliendo ciertas virtudes necesarias en pro de proporcionar el trato correcto entre peregrinos, tal como lo menciona la cita con toda humildad y mansedumbre, definamos un poco:

Humildad: La humildad cristiana viene del conocimiento propio. Bernardo decía de ella: " Es la virtud por la que una persona llega a ser consciente de su propia indignidad, como resultado del más íntimo conocimiento de sí misma.


Siendo sinceros, es inevitable muchas veces imputarnos papeles importantes en la vida, estamos sedientos del reconocimiento humano, del crédito, de la popularidad.  Mas nuestro llamado es a la humildad cristiana que se produce cuando nos colocamos al lado de Cristo y cuando consideramos lo que Dios espera de nosotros.  La humildad cristiana se basa en el conocimiento propio, en la contemplación de Jesucristo y en las demandas de Dios.


Mansedumbre: Es el hombre que está tan controlado por Dios que se indigna cuando debe indignarse y nunca cuando no debe.

Estas importantes cualidades indefectiblemente demandan el menguar del “YO”, para poder sobrellevarnos entre nosotros en amor, como lo establece claramente el texto.


Continuando en Efe. 4:3: solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; se nos enseña que realmente existe una unidad del Espíritu en la Iglesia de Cristo. Es una unidad invisible, que sólo el Señor la conoce y que nuestros ojos no pueden detectar pero que es una realidad.

Unidad no significa necesariamente uniformidad. Existen muchas denominaciones cristianas, unas más bíblicas que otras pero la realidad es que todos formamos parte de un cuerpo espiritual que se manifiesta a través de la iglesia local.

De cualquier modo, se nos exhorta a mantener la paz, nosotros no podemos producir y crear de forma sobrenatural y espiritual esta unidad, y esto debido a la existencia de innumerables denominaciones cristianas segregadas, por razones e hipótesis que indican casos como:

1) El pecado humano:  

2) La incomprensibilidad de la Palabra y nuestra falencia en su interpretación correcta

3) Otros apuntan a la necesidad de un avivamiento espiritual para que lleguemos a la unidad.

 4) También se habla de que esto será parte de la segunda venida de Cristo en gloria.

Bíblicamente tenemos la afirmación de que esta unidad existe, no es perceptible totalmente, no es tan clara y tan manifiesta pero es real y evidente. El sólo hecho de que existan iglesias locales es una evidencia tangible del poder de Dios a través de su cuerpo. Por lo tanto, no podemos decir que existan varias iglesias, tampoco varios cuerpos, existe uno en Cristo y solo el Señor en su sabiduría y conocimiento infinito puede saber dónde comienza y dónde termina ese cuerpo.

Nuestro llamado no es a crear y reproducir la unidad, sino más bien a mantener el vínculo por medio de la paz. Es decir, no debemos buscar unificar todas las denominaciones por nuestra propia cuenta sino más bien mantener la paz por medio del Evangelio y el Señor Jesús.

En la medida que procuramos andar en la unidad, andamos como es digno del llamamiento que tenemos por parte del Señor.

La voluntad del Señor es la unidad de la iglesia, es por ello que en Ef. 4:5 Un Señor, una fe y un bautismo El apóstol Pablo hace especial énfasis en esta unidad. 

Un Señor: El Señor es nuestro salvador Jesucristo. 1Co 8:5 Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él. 

Una Fe: en este pasaje es mencionada objetivamente, como una Fe que está subordinada a “Un Señor” el cual es Jesús.

Un Bautismo: El Bautismo no es un mero acto simbólico, realmente marca la vida de la persona que ha manifestado una preocupación por exteriorizar mediante un gesto personal y voluntario que renuncia a una naturaleza alienada de Dios por medio de la Fe en el Señor Jesucristo, no solo como su salvador sino también como su Señor, al cual somete todas sus voluntades y deseos para vivir para Él.

El nivel de importancia y la magnitud de su significado es tal que fue ubicado en este rango junto al Señor y a la Fe, porque no se puede tener una Fe objetiva en Cristo Jesús sin que esta no manifieste frutos externos de la misma, de acuerdo a Hechos 2:37, el bautismo es el primero de los frutos y manifestaciones de una conversión genuina y objetiva: (Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿Qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícense cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo).  El hombre que ha nacido de nuevo y que ama al Señor está dispuesto y anhela con todas sus fuerzas bautizarse.


“Comparar con el Matrimonio”

  

Muchas personas han llegado a huirle al bautismo, ya que tienen temor de no ser verdaderos cristianos por seguir en una vida pecaminosa (pensamientos, actitudes, impulsos, falta de dominio propio en situaciones de la vida cotidiana que nos exasperan, entre otros).  El caso histórico de Constantino nos indica que él mismo pidió ser bautizado justo en el lecho de muerte para no cometer ningún pecado luego de ser bautizado.

Dicho esto, necesario es conocer a la luz de las Escrituras ¿Cuál es realmente el contexto de los pasajes a continuación?

Rom 6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. 

Rom 6:1  ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 

Rom 6:15  ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera. 

Obsérvese lo entenebrecido del entendimiento, en el caso de romanos el apóstol Pablo se vio en la necesidad de aclararles que ellos no podían perseverar en el pecado para que la gracia abundase, es decir, para ellos el hecho de perseverar en el pecado era algo bueno porque la gracia abundaría más.

Este es otra mal interpretación de la gracia, el hecho de saber que ya no estamos bajo la Ley bajo la ley, no nos da licencia para continuar pecando a nuestras anchas, pero el apóstol les aclara que la gracia nos es un consentimiento para pecar.

Es inconcebible siquiera pensar en acomodar la Palabra del Señor a nuestra conveniencia, es totalmente contradictorio el creer que se puede perseverar en el pecado para que abunde la gracia, si notamos, es una interrogante (¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?)  desaprobada seguidamente por el apóstol Pablo. Esto es imposible además, debido a que el verdadero cristiano está muerto al pecado.

Es lo maravilloso de nuestra identidad en Cristo.  Cuando el Espíritu nos bautizó en el cuerpo de Cristo, fuimos sepultado con Él y resucitados a una vida nueva.

Ahora entendiendo que ninguno de nosotros:

Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde y  que la gracia no es en ninguna manera una licencia para pecar; debemos aplicar esta verdad del bautismo reconociendo que nos recuerda la victoria de nuestro Señor por sobre la carne y el pecado para abrirnos el corazón a sus mandamientos y para vivir una vida que tenga por fruto “Nuestra Santificación”.

Regresando a Efesios 4, el versículo 6 reza: un Dios y Padre para todos, y por todos y en todos.

Ahora ¿cómo es posible que todas estas cosas sean de esta manera, y que ciertamente sea Un Cuerpo, Un Espíritu, Un Señor, Una Fe, Un Bautismo?

Precisamente la frase: Sobre todos, por todos y en todos nos alude a la obra, operación y poder del Dios eterno que hace que todo esto sea posible.

Es el Señor quien con su presencia nos enlaza y por medio de su sabiduría lleva a cabo todos sus designios, Él es el quien gobierna y decreta: Sobre todos, Él es el quien se da en “Jesús” ofreciendo sacrificios desde Adán (Cordero), Abel y Abraham (Isaac) por nuestra redención, es Él por Todos y es Él “en Todos”, por medio de la acción espiritual del Espíritu Santo regenerando y dando vida, convenciendo de pecado y juicio.

Seguidamente estudiaremos los dones para la diversidad de la iglesia, los cuales fueron otorgados a su pueblo por parte del Señor Jesucristo luego de su ascensión mediante la venida del Espíritu Santo.

Ef. 4:7: Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. 

En este apartado podemos observar de dónde proviene la fuerza motriz en nuestro caminar cristiano, el cual debe ser progresivo, exigiendo equilibrio y fuerza.  Se describe el poder que actúa en cada uno de nosotros: La Gracia.

La gracia es descrita como la porción que se nos ha dado para mantener un ritmo de movimiento constante. Ahora, esta gracia se nos dio conforme a una medida, y esto es importante que lo observemos.

Ahora bien!

 ¿Cuál es esta medida?

Para descubrirlo nos apoyaremos en los versículos sucesivos:

Efe 4:8 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres. Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. 

El versículo anterior se corresponde con el siguiente salmo:

Sal 68:18 Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, Tomaste dones para los hombres, Y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios. 

La interpretación de estos versículos es bastante difícil y compleja, nosotros nos centraremos en los principios pactuales que se destellan a través de ellos.

En la expresión que encontramos en el Salmo: 68:18 “Subiendo a lo alto”, es Dios la persona indicada en el Salmo, quien es representado por el arca, la cual fue traída en triunfo por David a Jerusalén, después de que “Jehová le había dado reposo de todos sus enemigos”   (2 Samuel cap. 6; Psa_7:1; 1 Crónicas cap. 15). Pablo pues, cita este hecho como refiriéndose a Cristo que ascendió al cielo, y quien es por lo tanto Dios.

De igual forma en la locución “Llevó cautiva la cautividad”, se interpreta como una “una banda de cautivos”. En el Salmo se trata de los enemigos que fueron hechos cautivos por David. Estos enemigos tipifican los enemigos de Cristo, el Hijo de David: el diablo, la muerte, la maldición y el pecado (Col_2:15; 2Pe_2:4), que son llevados, como si fuera, en procesión triunfal como señal de la destrucción del enemigo. JFB. (Comentarios).

Muchos presumen que en el versículo: “Y dio dones a los hombres”, (cuyo texto original se registra como: recibió dones), fue cambiado intencionalmente por el apóstol para indicar y marcar uno de los cambios fundamentales de las bendiciones del nuevo pacto.


Leer:               

 2Co 3:7.  Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer, ¿Cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación; porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente.  Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece. 


A continuación pasajes vinculantes al estudio:


Hch 2:27: Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción. 

Jn 3:13: Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. 

Fil. 2:10: para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 

Por esta razón concluimos que el don de Cristo es la misma amplitud con que opera el Señor por medio de su Santo Espíritu, entregando dones a los hombres (sus hijos, su pueblo) para que estos dones (sin ninguna medida; véase el nivel de victoria de Cristo y el alcance de su poder) fuesen impartidos para la edificación y perfeccionamiento de los santos que son su cuerpo, su iglesia. El don de Cristo se despliega desde la eternidad de los cielos al universo y se manifiesta con poder a través de la iglesia en el mundo:

El siguiente pasaje es de especial utilidad porque describe la organización y administración de la Iglesia Primitiva, vital para su desarrollo y crecimiento:

Efe 4:11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

Para ello, el apóstol Pablo utiliza una metáfora al comparar la estructura de la Iglesia con un cuerpo humano de carne y huesos articulado y coordinado al poseer muchos miembros, lo que viene a ser el epicentro vinculante para el crecimiento.

Ahora entendemos que la Palabra nos señala que el Señor mismo se proveyó de un ministerio de siervos para edificar a su cuerpo, y este está representado por todos los que hacen vida servicial para el Señor, comenzando desde los apóstoles, siguiendo por los profetas y continuando hacia los evangelistas, pastores y maestros.

Ahora bien, ¿Por qué es el epicentro vinculante del capítulo 4?

1) Porque el principio del capítulo se centra en la unidad que debe prevalecer por encima de las diferencias, las palabras claves como soportándonos, paciencia humildad, mansedumbre y amor son elementos que estaban carentes en la iglesia de Éfeso, quizá por la forma en como cada quién formaba su pequeño rincón y espacio teológico de lo que creía de la Palabra, es decir sus propias interpretaciones; al punto de llevar a los hermanos a considerar que pudieran existir varios cuerpos en lugar de uno, varias formas de fe y varios señores. De aquí que el apóstol aclare que por encima de las diferencias debía permanecer la paz entre ellos mientras el Espíritu operaría en la unidad.


2) Porque luego de exhortar a esta unidad, el apóstol hace un llamado de defensa y respeto hacia los siervos que trabajan en la grey y los ubica como “dones”, es decir: regalos de parte del Señor Jesucristo para su iglesia, porque ellos tienen un sólo y un único fin: Perfeccionar a los santos para la obra del ministerio.

Las palabras claves que ahora salen a relucir son: crecimiento, perfeccionamiento, conocimiento (este toma una dimensión importante en los versículos siguientes):

Efe 4:14: para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.

Se redacta una figura de descenso en dónde se puede observar como la autoridad de Cristo es desplegada y representada por las autoridades visibles en la iglesia: Los ministerios reflejados: Apóstoles, Profetas, Evangelistas, Maestros y Pastores.

No podría ser más evidente que una de las razones de las divisiones de pensamientos en la iglesia de Cristo era entre tantas: La ignorancia parcial o total del Evangelio y las Escrituras, las palabras que se mencionan al respecto son: “niños: neófitos”, “doctrina”, “estratagema”, “artimañas”. Considerando que la doctrina y el conocimiento bíblico es importante, el Señor mismo se había reservado como don para la iglesia a todos estos hombres: Apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, con el fin de guardar, proteger y edificarla.

En todas las iglesias hay algunos miembros a los que hay que proteger.


Hay algunos que son como niños, dominados por el deseo de novedades y a merced de la última moda… son influenciables… Es la lección de la historia que las modas populares en materia de devoción vienen y van, pero la Iglesia siempre permanece. El alimento sólido proveniente de la Palabra siempre se ha de encontrar en la Iglesia.


Pablo usa todavía otra alegoría. Dice que un cuerpo es sano y activo solamente cuando todos sus miembros están debidamente coordinados, así sucede con la Iglesia y esto sólo se suscita cuando Cristo es la cabeza y todos los miembros están subordinados a él.


Tal parece que el ministerio del presbiterio había sido observado como una especie de figura alienada del orden, dirección y formación que debe existir en la estructura de la iglesia, y que los efesios estaban más preocupados por verse divididos entre sí por sus formas de pensamiento que por el mismo hecho de observar si de verdad estaban siendo edificados y esto estaba produciendo frutos en sus propias vidas.

Las palabras del apóstol resuenan con más fuerza exhortando a ayudarse y a trabajar juntos más que en dividirse por la manera de pensar, tal como podemos observar en el siguiente versículo:

Efe 4:16: de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor. 

Es importante que la forma en que cada miembro aporte a los diversos ministerios sea propia y no impuesta u obligada (propia de cada miembro, según sea el don). El propósito último de este es edificación en amor, de lo contrario esto sería considerado como vano y sólo protocolar. A medida que cada santo crece y gana a otros, el cuerpo entero crece en Cristo.

Seguidamente el apóstol Pablo exhorta a sus conversos a que se despojen de su vieja manera de vivir y asuman la de Cristo.

Efe 4:17: Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente.

El puente del versículo 7 al 16 que conecta a ambas porciones de la carta, pues el crecimiento tiene un propósito especial; mientras el cristiano se arrepiente para actuar en humildad y mansedumbre, y aprecia todos los dones que el Señor ha entregado a la iglesia, este estará más dispuesto a escuchar y observar la doctrina y se inclinará a amar la verdad siguiéndola, no con su mente, sino con su vida. De esta manera la doctrina no solo encuentra cabida en la mente sino que llega al corazón, transformando nuestros pensamientos en acciones concretas y dando un testimonio y una manifestación del poder del Espíritu Santo en vidas cambiadas.

Posteriormente en el versículo:

Efe 4:18: teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos a la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;

Se mencionan primero tres elementos discordantes del mundo que no pueden formar parte del andar del cristiano:


La vanidad de la mente: Esto representa a todas las formas racionales de la vida humana en donde el sentido más alto es directamente proporcional al reconocimiento de los hombres, la gloria, la fama, la adulación, la idolatría y todos los pensamientos humanos que ajenos a Dios son reconocidos como alta filosofía, ateísmo, escepticismo, etc.


Consiste en su forma más simple, en el hecho de intercambiar los valores eternos por los temporales, es decir, vale más la fama ahorita en este mundo y mi estatus social que como soy observado por Dios y mi galardón eterno.


El entendimiento entenebrecido: Consiste en el pensamiento caído y todas las formas posibles de reinterpretar la moral acorde a los deseos y placeres humanos. Entendimiento en el griego es dianoia, y tiene que ver con el pensamiento. Entenebrecido es la palabra skotizo y tiene la particularidad de significar (obscuro, obscuridad, es decir, la ausencia de la luz, iluminación). El movimiento pro-aborto, los derechos de matrimonio entre el mismo sexo, con animales y con niños es un ejemplo de como la iluminación está ausente del pensamiento colectivo, social y humano en nuestros tiempos. La eugenesia es otra de las formas de pensamiento entenebrecido y también reconocido como una alta filosofía dentro de las esferas más elitistas de pensamiento y racionamiento.


Ajenos a la vida de Dios: La frase “endurecimiento de su corazón”, tiene como origen la palabra pórósi, la cual era conocida como una piedra incluso más dura que el mármol. Cuando el apóstol emplea el término, lo usa con una finalidad descriptiva, así como la palabra osteoporosis, de la enfermedad de los huesos, el pecado tiene la particularidad en aquellos que no han nacido de nuevo a producir actos que cada vez son más vergonzosos y críticos en sí mismos. El hombre que termina matando a otro no lo hizo de la noche a la mañana, este pecado se fue gestando y pasó por diferentes etapas, desde el odio y el rencor, llegó a un nivel total de insensibilidad en el cual se convirtió en homicidio, y de ahí a no ser que sea alumbrado por la luz de Cristo, este pecado sigue en un proceso de crecimiento para tener mayores y profundas consecuencias.

Pablo exhorta a sus conversos a que se despojen de su vieja manera de vivir y asuman la de Cristo.


Efe 4:21  si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. 

Cualquier conocimiento de Cristo, que no vaya acompañado de la mortificación de la carne, no es verdadero y sincero.  Somos llamados a transitar por la senda correcta.

Es necesario que comprendamos lo que el apóstol quiso decir en el artículo anterior, cuando de manera figurativa utiliza las siguientes frases:

Despojaos del viejo hombre: Ilustración figurativa de un discernimiento espiritual sobre estas cosas, pertenecientes a una naturaleza caída.

Renovaos en el espíritu de vuestra mente: Exhortación a ser dirigido no por los instintos naturales de nuestros miembros sino más bien por la voluntad que ejerce nuestra conciencia sobre nuestro cuerpo. Esto debe ser por medio del conocimiento de la Palabra.


Rom 7:7  ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.

Vestíos del nuevo hombre: En ambas definiciones: despojaos y vestíos, podemos observar tal cual, la figura de aquel hombre que toma un tiempo para ir de parte en parte despojándose de cada pieza de ropa que posee hasta quedar totalmente desnudos:

“Nosotros debemos asimilar que ante Dios estamos desnudos y necesitamos ser vestidos con vestiduras santas, pero esto no puede ocurrir sin que antes tengamos un encuentro con la realidad de nuestra vergüenza pecaminosa y la iniquidad del corazón”.

Y por si acaso no está totalmente explicito, el apóstol les deja una lista de aplicaciones prácticas.

Efe 4:25-32: Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. 

Debemos estar conscientes de que todo lo que hagamos por y para para el Señor no es en vano.

Heb. 12:1: Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.

  

Reflexión Teológica


Gracia Ilimitada en Cristo

Efe 4:7  Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. 

Nuestra gracia dada por Dios no tiene límites, y es ahí cuando entendemos que en las operaciones del Espíritu Santo, la vida se vuelve impresionantemente gozosa aun a pesar de las dificultades que podamos tener, porque esta gracia no opera de forma material ni depende de los estados anímicos de los hombres sino que vinculada a Jesús por la obra del Espíritu nos capacita y empodera para andar en fe y en amor en nuestro caminar.

En Reconocimiento de su Cuerpo la Cual es su Iglesia

Efe 4:12  a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 

Porque no podemos vivir una vida cristiana desconectados de la Iglesia la cual es el cuerpo del Señor. En muchas ocasiones me he encontrado personas que alegan tener una relación con Cristo pero no con su Iglesia, lo cual es una afrenta al Señor mismo que constituyo su propia iglesia, podríamos decir que estas personas actúan como aquel que invita a un hombre a su casa pero le dice que no traiga a su esposa y niños. ¿De qué manera entonces podríamos tener relación con Cristo como cabeza pero alienados de su cuerpo?

La Autoridad Eterna en Cristo

Efe 4:15  sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 

Nuestra caminata cristiana también se intensifica a medida que vamos acercándonos a nuestro destino, no solo en tiempo como tal sino también en crecimiento vertical, porque a medida que nos introducimos en los medios de gracia que el Señor nos ha dejado, vamos creciendo conforme a la estatura del varón perfecto. Esto es especialmente importante de destacar porque ciertamente anhelamos ver en nuestra vida un crecimiento exponencial pero en ocasiones podemos sentirnos mal al vernos falibles y también con muchos impedimentos, pero todo esto solo debe ser una muestra que Dios hace a nuestras vidas para entender que nuestro arrepentimiento debe crecer y que con el paso del tiempo, seremos aún más críticos de nuestra vida piadosa para con el Señor.

  

Comunicación de Vida Espiritual en Cristo

Efe 4:21  si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. 

Solo podemos vivir y andar en el Espíritu según la cosmovisión del Apóstol Pablo en Gálatas, si es que verdaderamente tenemos una relación con Cristo Jesús, y no debería ser una relación litúrgica, intelectual y emocional, sino una que involucre nuestras voluntades, afectos y decisiones, tomando en consideración la guía y consejo de la Palabra como fuente de luz divina y palabra profética más segura. La vida cristiana no es solo conocer a Jesús, es también vivir a Jesús, en cada pensamiento, en cada emoción, en cada meditación.

El Perdón en Cristo

Efe 4:32  Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. 

Finalmente se puede ir viendo el cierre, de forma conceptual, ya que sabemos que las cartas no estaban enumeradas por capítulos y versículos en sus textos originales, pero observamos una reafirmación de todo lo que se dice de la forma y manera en la cual el Apóstol Pablo hace una comparativa en la obra vicaria de Jesús sobre el perdón y les muestra de esta manera que así como Jesús nos perdonó a todos, debemos vivir y caminar en la senda del perdón, amando a nuestro prójimo, creyendo su Palabra según la verdad que está en Jesús, y también asidos de Él en relación de vida. Pablo en ocasiones utilizaba los comparativos como recursos poderosos de ilustración para llevar a los hombres a la conciencia central y esencial del mensaje de la cruz: El perdón de Pecados y la Adopción que ahora tenemos con nuestro Padre celestial, en la base y axioma de la Persona de Jesucristo. Una vida cristiana debe caracterizarse por el crecer en arrepentimiento y nuestra observancia de nuestros propios pecados y en la búsqueda de adorar a Dios en espíritu y en verdad.

Efesios 4: Texto
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